Luchar para sobrevivir. Frente a esa tesitura, en sentido literal y sentido figurado, se encontró Tadeusz Pietrzykowski durante los cinco años que discurrió por distintos campos de concentración alemanes. Por fortuna, lo suyo siempre había sido el boxeo...
Nacido el 8 de abril de 1917 en Varsovia, en el seno de una familia intelectual y bien posicionada económicamente, Teddy, como es conocido desde su infancia, compagina los estudios de dibujo en la Academia de Bellas Artes de Varsovia con sus primeros pasos en el mundo del boxeo.
Pronto deberá dar un estirón en ambos. Su padre fallece de manera prematura, y Teddy deberá mantener el sustento económico de la familia. Por eso pasa a dar clases particulares de patinaje y también de dibujo. Pero sobre todo a realizar más combates de boxeo que le permiten ingresar algo extra. Casi sin darse cuenta se proclama campeón de Varsovia y, poco después, campeón nacional de Polonia en peso gallo.
No hay duda de que hay un gran futuro como boxeador por delante. Futuro que, como el de tantos otros, se verá truncado por la Guerra.
Tadeusz Pietrzykowski participa en la defensa de Varsovia. Pero tras su caída a manos de los nazis, se ve forzado a huir. Trata de llegar a Francia, a un lugar seguro. Pero no logra cruzar Hungría. Es detenido y entregado a los alemanes. Tras unas semanas en prisión, formará parte del primer transporte de prisioneros políticos al campo de concentración de Auschwitz. Es el 14 de junio de 1940. Su número, el 77.
Sobrevivir en Auschwitz
Una vez allí, encuentra en el boxeo su tabla de salvación. No era su intención, pero como es lo único que sabía hacer, no le queda más remedio. "Yo no tenía ninguna profesión, de modo que no gozaba de otras opciones de convertirme en útil en el campo. Sólo los que tenían un buen oficio contaban con más posibilidades de sobrevivir", explica, años más tarde, Pietrzykowski.
Resultaba que los alemanes estaban hartos de enfrentarse entre ellos como entretenimiento para pasar las jornadas en el campo de concentración, y en cuanto son conocedores de que Teddy era boxeador, le llevan a pelear. No le preguntan, no le ofrecen la posibilidad de decir que no. Hay que luchar sí o sí.
Su primer combate es ante Walter Dunning, Kapo del campo de concentración y boxeador en la Alemania de preguerra. El combate es desigual. Mientras Dunning se encuentra en plena forma, Teddy está hecho estragos. 50 kilos frente a 70 kilos. Pero el polaco logra la victoria.
"Recibí advertencias y la gente me hacía unos gestos de locura: 'Te va a matar, te va a comer', recuerda en sus declaraciones oficiales al museo de Auschwitz. Algo que le sucedería, sin ir más lejos, a Johann Rukelie Trollmann, el boxeador gitano que ridiculizó al nazismo, y que terminaría falleciendo a manos de un Kapo al que se había impuesto en un combate en el campo de concentración de Wittenberge.
Pero en este caso Dunning, el perdedor, elige no vengarse. Lejos de eso, le recompensa con un poco más de comida, y pasa a gozar de ciertos privilegios (si es que se puede decir así) formando parte del Kommando Tierpfleger. Un paso más para su supervivencia, y la de muchos otros prisioneros, porque Teddy utiliza su posición para ayudar a sus compañeros de tortura.
Eso sí. Tadeusz deberá seguir luchando. Hasta 60 peleas más, ganándolas todas salvo una o dos. La más especial, según él mismo, la lograda ante otro Kapo del campo, conocido como el asesino de polacos. "Fue la primera y la última vez en mi vida que dejé KO a un rival con gusto y con plena conciencia", relata.
El combate, la victoria, le traerán no obstante malas consecuencias. Teddy es trasladado pocos días después al hospital, donde es víctima de uno de tantos experimentos realizados en aquel terrible lugar. "Me infectaron con una inyección de tifus. Pero yo no sabía de qué se trataba. Pensaba que tal vez era para darme fuerzas. Poco después perdí la conciencia. Tenía fiebre. Cuando recuperé el conocimiento estaba sudando mucho y sabía que algo malo me estaba ocurriendo. Me sentía endeble y caí en un sueño largo. De vez en cuando me despertaba. Todo eso duró un mes, o más".
Y mientras estaba en el hospital, enfermo de tifus, se supo que las SS iban a enviar a todos los pacientes a la cámara de gas. Sus compañeros, agradecidos por todo aquello que había hecho Teddy previamente por ellos, deciden actuar. Lo sacan a escondidas del hospital, y lo esconden durante un tiempo. Pietrzykowski no irá a la cámara de gas.
Más combates
Una vez recuperado, Tadeusz vuelve a combatir en Auschwitz. Hasta que el 14 de marzo de 1943 es trasladado a un nuevo campo de concentración. Por unos días no coincidirá con otro ilustre boxeador que deportado a Auschwitz, Victor Young Perez, quien también sobreviviría al campo gracias al boxeo, pero terminaría falleciendo, asesinado, en las Marchas de la Muerte.
Antes de salir Walter Dunning le entrega a Teddy dos pares de guantes de boxeo. Como muestra de respeto, pero también como herramienta de vida. Porque en Neuengamme, su nuevo destino, Teddy deberá seguir luchando. Contra otros rivales, contra otros Kapos, pero con el mismo fin: sobrevivir.
Allí realiza otros 20 combates más, antes de ser trasladado de nuevo a otro campo: Bergen-Belsen. Lugar en el que, tras alguna pelea más, es liberado el 14 de abril de 1945 por los Estados Unidos.
Habían pasado cinco años desde su primer ingreso en un campo de concentración. Cinco años luchando por su vida. Cinco años en el que cada combate de boxeo era una moneda al aire para su supervivencia.
Superada la pesadilla, Tadeusz Pietrzykowski regresa a Polonia. Trata de volver al boxeo, pero su deteriorado estado de salud se lo impide. Realiza algún combate más, pero lejos de su nivel.
Al ver que no es posible, continúa ligado al boxeo de otro modo: como entrenador. En 1959 se gradúa en la Academia de Educación Física de Varsovia, y pasa a ejercer como entrenador, instructor y profesor de educación física, especialmente boxeo, prácticamente hasta el fin de sus días.
La muerte le alcanza, esta vez sin combate de boxeo mediante, el 17 de abril de 1991 en Bielsko-Biala, a los 74 años de edad.