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Champions League

Bellingham guía al Real Madrid a un gran triunfo en Nápoles (2-3)

El inglés asiste a Vinícius y marca un golazo maradoniano. Meret, en propia meta, hizo el definitivo 2-3 tras un misil de Fede Valverde.

El inglés asiste a Vinícius y marca un golazo maradoniano. Meret, en propia meta, hizo el definitivo 2-3 tras un misil de Fede Valverde.
Bellingham celebra junto a Nacho su golazo al Nápoles. | Cordon Press

La ciudad de Nápoles se acostó el lunes sacudida por un terremoto de magnitud 4 en la escala de Richter, y este martes se va a la cama golpeada por un tremendo seísmo balompédico llamado Jude Bellingham. El inglés, que ahora mismo está a un nivel superlativo y posiblemente sea el mejor futbolista del mundo en la actualidad, se ha encargado de liderar la victoria (2-3) del Real Madrid en el estadio Diego Armando Maradona, en la salida más exigente para los blancos en la fase de grupos de la Champions: asistió a Vinícius para empatar el partido, marcó un golazo maradoniano en la casa del Pelusa y se encargó de llevar zozobra a la defensa azzurra cuando tenía la pelota en sus pies, de tres cuartos de campo hacia arriba.

Bellingham y Vini forman una tremenda sociedad que va a dar muchísimo que hablar en los próximos años. Son dos jugadores descomunales con muchos años de carrera por delante: 20 tiene el inglés y 23 el brasileño. Juventud, divino tesoro. Desbordan, encaran, tienen visión de juego y gol, mucho gol, que al fin y al cabo es lo que más vale en el deporte rey.

Entre ambos se encargaron desnudar al Nápoles, un equipo tan bueno y poderoso del centro del campo hacia adelante, con jugadores como Osimhen —uno de los mejores delanteros del mundo en la actualidad—, Kvaratskhelia o Zielinski, como endeble atrás, mermado en esta ocasión por las bajas que Rudi Garcia tenía en defensa. Pero además de Vini y Jude, quien también reclamó su protagonismo fue Fede Valverde. El Pajarito, que es un halcón, soltó un tremendo zapatazo desde fuera del área para hacer subir el definitivo 2-3 al marcador: la pelota tocó en un defensa, luego en un larguero y, finalmente, en la espalda de Meret, que contra su voluntad acabó impulsando el esférico hacia su portería. El gol es del cancerbero en propia meta, pero todo el mérito es del charrúa.

Fue un partido de los de toda la vida en la Copa de Europa. Un bellísimo intercambio de golpes que hizo la delicia del espectador. El 4-3-3 de Garcia frente al 4-4-2, falso, de Ancelotti: dos extremos como Vinícius y Rodrygo —discreto partido del 11 madridista, una vez más—, con Bellingham haciendo las funciones de mediapunta y también de nueve. Porque el británico es capaz de hacerlo todo y todo bien. El centrocampista moderno por antonomasia: Dortmund se le había quedado muy pequeño, es un futbolista nacido para jugar, y triunfar, en el Real Madrid. ¿Quién se acuerda ahora mismo de Mbappé si el 14 veces campeón de Europa tiene en sus filas al mejor jugador del mundo en la actualidad?

Y eso que salió dormido el Madrid al césped del Diego Armando Maradona, de nuevo con Camavinga como lateral izquierdo —qué poco confía Ancelotti en Mendy y menos aún en Fran García— y Kroos como titular por ese flanco izquierdo, mandando a Modric al banquillo. Parece claro que el alemán y el croata ya no van a volver a jugar juntos. El Nápoles le buscaba pronto las cosquillas a Kepa: aunque se despertó pronto el equipo español y pareció llevar la voz cantante en la tierra de Enrico Caruso, fue el equipo transalpino el primero en golpear, gracias a un tremendo error de Kepa en su salida al saque del córner. Ostigard no desaprovechó el regalo, tras el remate de Natan que se estrelló en el larguero, e hizo vibrar a los partenopeos.

Pero el Madrid es mucho Madrid. Venían los blancos de exhibirse en Gerona, después de un inicio dubitativo en Montilivi, y en Nápoles le dieron la vuelta al partido en siete minutos, período que le sobró a Bellingham para brillar con luz propia: asistió a Vinícius en el 1-1, cuando casi todo el mundo esperaba el remate del inglés, y en el 26’ se marchó de todos cuantos le salieron a su paso para batir a Meret.

No tiró la toalla el Nápoles, que seguía inquietando a Kepa —no fue la mejor noche del meta vasco del Real Madrid— con Osimhen y Kvaratskhelia en la ofensiva, pero el Madrid supo aguantar la renta hasta el descanso. Tenían los de Ancelotti controlado el partido hasta que Clément Turpin pitó a favor del Nápoles un penalti que no fue: Nacho tocó la pelota con la mano dentro del área, pero el balón venía de rebotar en su rodilla. Un jugador no puede cortarse los brazos, por mucho que los árbitros y el VAR se empeñen en ello. Zielinski no falló desde los 11 metros, colocando la pelota junto al palo, y el partido cambió con el 2-2 en el marcador, un resultado que dio alas al Nápoles e hizo bajar los brazos al Madrid.

No daba síntomas de reacción el cuadro merengue hasta que apareció Valverde con su misil desde fuera del área, haciendo subir el 2-3 al marcador con la inestimable colaboración de Meret. Un gol que le sabe a gloria al uruguayo, puro derroche físico pero también necesitado de confianza a la hora de chutar a puerta.

Tres puntos al zurrón, liderato en solitario y camino hacia los octavos de final bastante encarrilado al haber solventado con éxito la salida más exigente en esta fase de grupos. Otro golpe encima de la mesa del Madrid, tres días después de haberse hecho con el mando en LaLiga. Fue la noche de Vinícius, la de Valverde... y sobre todo la de Bellingham, que sigue enchufadísimo, marcando, asistiendo y, sobre todo, echándose a la espalda, día sí y día también, a todo un Real Madrid pese a ser un recién llegado. Palabras mayores...


Ficha técnica

Nápoles, 2: Meret; Di Lorenzo, Ostigard, Natan, Olivera (Mario Rui, m.88); Anguissa (Simeone, m.88), Lobotka (Cajuste, m.88), Zielinski (Raspadori, m.75); Politano (Elmas, m.69), Kvaratskhelia y Osimhen
Real Madrid, 3: Kepa; Carvajal, Rudiger, Nacho, Camavinga (Mendy, m.64); Valverde, Tchouameni, Kroos (Modric, m.64), Bellingham; Rodrygo (Joselu, m.75) y Vinicius Junior (Ceballos, m.84)

Goles: 1-0, m.19: Ostigard; 1-1, m.27: Vinicius; 1-2, m.34: Bellingham; 2-2, m.54: Zielinski, de penalti. 2-3, m.78: Meret, en propia meta
Árbitro: Clement Turpin (Francia). Amonestó a Natan (m.45), del Nápoles; y a Camavinga (m.29), Bellingham (m.70) y Kepa (m.89), del Real Madrid
Incidencias: Partido de la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Diego Armando Maradona de Nápoles ante unos 26.000 espectadores

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