Lo que estaba inicialmente previsto era que la selección española de baloncesto llegara a Polonia galopando a caballo y vistiendo el uniforme de los Granaderos del Tercio de Montañeses, casaca de paño azul con cuello, solapas y puños encarnados, camisa blanca lisa, chaleco de paño blanco, botas de montar, bicornio de fieltro negro con escarapela roja y banda de paño encarnado, y que el resto de equipos fuera quitándose de en medio, apartándose de nuestro camino y huyendo despavoridos ante el empuje de los nuestros. Pero lo que estaba inicialmente previsto se vino abajo a las primeras de cambio, justo en el primer partido de la competición. Y España, que luego ha tenido otras tres ocasiones de mostrar aunque fuera una tímida recuperación, extrañamente no lo ha hecho. Y a fe mía que es extraño lo que le está pasando a nuestra selección en el Eurobasket porque, con la importante excepción de Calderón, son prácticamente los mismos de siempre.
El caso es que un equipo que siempre ha jugado excepcionalmente bien al baloncesto lo está haciendo rematadamente mal en el Eurobasket. Y lo peor es que también empiezan a surgir grietas en una cuestión que hasta el momento estaba fuera de toda duda como es la unión del grupo, clave de los anteriores éxitos de esta magnífica generación de jugadores. Supongo que Sergio Scariolo, que lo estudia y lo repasa todo varias veces, tendrá que analizar detalladamente las declaraciones de Marc Gasol atacando a Llull nada más finalizar el partido. Estoy seguro de que Marc pedirá mañana perdón, si es que no lo ha hecho ya a estas horas, y me imagino que Scariolo, que es un tipo listo, lo ventilará todo con un tirón de orejas en privado y no a lo Luis Aragonés, pero, caliente o frío, el caso es que el pequeño de los Gasol ha exhibido delante de todo el mundo, y especialmente de nuestros próximos rivales, las pequeñas miserias de la tan traída y llevada ÑBA.
Estaba inicialmente previsto que la selección española de baloncesto, probablemente el mejor equipo del mundo tan sólo por detrás de Estados Unidos, arrasara en Polonia, pero al parecer nuestros rivales no estaban de acuerdo con el guión que habíamos escrito aquí los jugadores, periodistas y aficionados. Todos llevábamos celebrando la medalla de oro desde julio cuando el campeonato se disputaba en septiembre, al igual que ya hemos ganado el Mundial de Sudáfrica nueve meses antes de que empiece a rodar el balón. Desconozco qué será de España en el Eurobasket aunque jugando así probablemente no pase a los cuartos de final. Parece como si los jugadores estuvieran todavía digiriendo a Scariolo y así no pudieran hincarle el diente a nuestros auténticos adversarios. Si alguna lección debe extraer la ÑBA de Polonia es precisamente la que ya asumió la NBA: aquí ya nadie te regala nada y para ver a los Granaderos tienes que ir de visita guiada el domingo al Museo del Ejército.