Lo que yo sé del futuro de Raúl es que el domingo o el lunes dará una rueda de prensa para anunciar si se queda o si se va y, en el caso de que se vaya, cuál será su próximo destino futbolístico. Lo que yo sé del futuro de Raúl es que hará las cosas como siempre las ha hecho, respetando a todo el mundo y teniendo muy claro que, si decidiera marcharse, su equipo seguirá siendo el Real Madrid. Lo que yo sé del futuro de Raúl es que ya tiene tomada una decisión y que ha prohibido tajantemente a su entorno familiar y profesional que se produzca una sóla fuga informativa. Lo que yo sé del futuro de Raúl es que quiere ser él quien comunique al madridismo las razones de su permanencia o de su marcha. Lo que yo sé del futuro de Raúl es que le da un poco de pena que José Mourinho no haya llegado dos o tres años antes al Madrid.
Sé más cosas sobre el futuro de Raúl. Sé que quiere sentirse útil y querido. También sé que quiere seguir jugando al fútbol dos o tres de años más y luego colgar las botas. Intuyo que cuando agote su carrera como futbolista profesional optará por sacarse el curso de entrenador y... ¡quién sabe, el mundo da tantas vueltas!... Lo que sé del futuro de Raúl es que le gustan las personas como él, serias, disciplinadas, trabajadoras y meticulosas. Lo que sé del futuro de Raúl es que hizo buena amistad con Metzelder porque el alemán personificaba todas esas virtudes. Sobre el futuro de Raúl sé que Felix Magath, uno de los mejores jugadores alemanes de los años 70 y 80 y un técnico de éxito contrastado, es un apasionado del ajedrez; el entrenador del Schalke 04 se aficionó a este deporte mientras se recuperaba de una lesión y después de tragarse todas las partidas por el Mundial entre Karpov y Korchnoi. Lo que sé del futuro de Raúl es que Magath le quiere, y siempre es bonito que alguien te quiera.
Del futuro de Raúl sé que, allá donde vaya si es que al final decide irse, llevará al Real Madrid en lo más hondo de su corazón. Sé que no quiere homenajes porque eso le huele a naftalina, cubre muebles y olor a cerrado, y él está en plena forma, activo, vivo y coleando. Lo que yo sé de Raúl es que ha pasado unas vacaciones muy tranquilas, alejado del mundanal ruido, y que se ha alegrado como el que más del éxito mundial de su selección y de la victoria de la sensatez, la profesionalidad y la edudación representadas por su amigo Vicente del Bosque. Lo que Raúl sabrá a estas alturas de su película vital es que el fútbol carece absolutamente de memoria pero que al final, con el tiempo, todo acaba estando en su sitio. Lo que sé de Raúl es que su sitio ha sido, es y será siempre el Real Madrid. Y lo que sé de este blog es que seguirá llamándose El Penúltimo Raulista Vivo.