Uno de los dos perros de Lewis Hamilton no es un perro cualquiera. Se llama Roscoe y es un auténtico y popular personaje. Suele aparecer junto al piloto inglés en varios de sus mensajes en las redes sociales. Pero además de popular, Roscoe es una máquina de generar dinero.
El bulldog de Hamilton hace las funciones de canino profesional, algo que ha desvelado el propio piloto: "Me dijeron que necesitaban a un bulldog para anunciar un producto. Ahora está inscrito en una agencia de modelos y tiene castings donde se enfrenta a 10 o 15 bulldogs. Cobra 700 dólares por día, suena ridículo, pero recibe su premio y le encanta", explica Hamilton.