
Fernando Alonso no se corta. El asturiano ha vivido de todo este fin de semana en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola, escenario del Gran Premio de la Emilia-Romaña de Fórmula 1, y en la carrera de este domingo resumía su frustración cuando veía que podía acabar en los puntos —después de haber partido desde la quinta posición—, pero sus aspiraciones se esfumaban rápidamente por el desgaste de los neumáticos.
La aparición del virtual safety car en la vuelta 29, por la parada del coche del francés Esteban Ocon (Haas) en la recta entre las curvas 7 y 8, hizo saltar todo por los aires. Se abrió la puerta a los pit stops y Alonso decidió no entrar en boxes. Sí que lo hicieron otros como Carlos Sainz, que después remontaría con un neumático más fresco que el del Aston Martin del asturiano.
Alonso aguantó el neumático duro, pero cuando se pasaron las 20 vueltas de uso todo se torció. El desgaste golpeó y el veterano piloto ovetense vio cómo Sainz y Nico Hulkenberg le acabarían pasando sin oposición. Los puntos se complicaban y Alonso no lo ocultó con otra frase que entrará en la galería de las mejores ocurrencias mientras circula a 300 kilómetros por hora.
Se me rompe el corazón con esta radio de Alonso 💔#ImolaDAZNF1 🇮🇹 pic.twitter.com/h2B6dv7CPB
— DAZN España (@DAZN_ES) May 18, 2025
"Va a ser una tortura, va a ser un naufragio. Soy el piloto con peor suerte del mundo", espetó el piloto del Principado, que cumplirá 44 años a finales del próximo mes de julio. Poco después respiraría tras el coche de seguridad producido por la rotura del Mercedes de Kimi Antonelli y montaría una goma nueva. Eso sí, debía moverse desde una posición más alejada y al final su undécima posición le ha vuelto a dejar fuera de los puntos. Otra carrera más.