Evitar a los españoles parece un misión imposible para el Atlético de Madrid viendo los sorteos de cuartos de las últimas dos temporadas. El curso pasado tocó el Barcelona y éste el Real Madrid. Medirse a un equipo de tu mismo país no es casi nunca la opción que eligen los mismos, pero en el Atlético empiezan a acostumbrarse a ello.
El vestuario rojiblanco prefería evitar a sus compatriotas aunque si tenían que elegir entre Barcelona o Real Madrid, los datos y el modo de juego de ambos inclinan claramente la balanza hacia el lado del equipo blanco. Ante el nuevo Barça, los rojiblancos no han conseguido ganar ninguno de los tres partidos jugados hasta la fecha, ni siquiera han logrado un empate. Ante el Real Madrid, cuatro victorias y dos empates. Los números no engañan.
El cuerpo técnico sabe que cuentan con una ventaja psicológica importante, la misma que tuvo el Real Madrid durante más de diez años, pero saben que en Europa, el último precedente es favorable al equipo de Ancelotti con la consecución de la Décima. Por esa razón no hay ningún tipo de confianza de cara al doble enfrentamiento europeo.
La ida se jugará en el Vicente Calderón cuando al Atlético y a Simeone les gusta más tener la opción de sentenciar o remontar una eliminatoria en casa. Pese a tener que jugar la vuelta en el Bernabéu, los precedentes no son malos ya que el vigente campeón de la liga española ya ha eliminado al Real Madrid con este mismo contexto. Fue en la Copa del Rey con 2-0 en la ida en el Calderón y 2-2 en la vuelta celebrada en Chamartín. El año pasado hizo lo propio en semifinales de la Champions ante el Chelsea (0-0 y 1-3), en el resto de cruces jugó fuera primero.
El Atlético no está en su mejor momento, pero las caras tras eliminar al Bayer Leverkusen en los penaltis han cambiado. En cuanto a mentalidad, el conjunto rojiblanco ha tenido un golpe anímico muy importante tanto para la Liga como para la Champions.