Dimitri Payet vivió una noche aciaga en Lyon. La estrella del OM se lesionó a la media hora y tuvo que ser sustituido. Quedarse sin su cerebro fue letal para el conjunto que dirige Rudy García. A partir de ahí, el Marsella fue un juguete roto en manos de un Atlético que firmó una gran segunda parte.
El Olympique comenzó mejor el partido, metiendo en su propio campo a un Atlético que no conseguía armar ninguna contra. Payet demostró su clase a los tres minutos, cuando se sacó de la chistera un enorme pase filtrado que dejó solo a Germain ante Oblak. El delantero galo mandó al limbo una ocasión de oro que pudo cambiar el guión de la final.
Je me repasse en boucle... Un face à face c'est déjà un miracle contre l'Atletico. Oblak qui se couche un peu juste avant la frappe, c'est un miracle aussi... On ne va pas accabler Germain, trop cruel pour lui. Mais avec ce but, il y aurait eu au moins match... #OMATM pic.twitter.com/4O8M7e4HXm
— Nabil Djellit (@Nabil_djellit) May 17, 2018
Payet, que a sus 31 años jugó su primera –y puede que última- gran final continental a nivel de clubes–, cometió un error del que quizás se arrepienta de por vida. Tocó la copa al salir al campo. Hay una regla no escrita en el fútbol que dice que es gafe tocar el trofeo antes de disputar el partido.
Dimitri Payet tocó la copa al ingresar a la cancha. En el minuto 30 del PT se retiró lesionado y perdiendo por 1-0... pic.twitter.com/biK3Nf0aQK
— El Hincha (@ElHinchaWeb) May 16, 2018
Casualidad o no, la mala suerte se cebó con Payet. Se lesionó a los 30 minutos, tuvo que ser sustituido, vio cómo el Atlético ganaba a su Marsella 3-0 y terminó llorando en el banquillo. Seas o no supersticioso, mejor no tentar a la suerte.