
Las redes sociales y, en general, todo el mundo ha centrado su mirada en una instantánea que contiene mucho más significado del que pudiese parecer de entrada. La fotografía en cuestión fue tomada el martes 19, en la segunda jornada del Mundial, cuando se enfrentaban Senegal y Polonia.
"Llevaba todo el partido buscando una foto así. Tenía pensado conseguir una imagen que se concentrara en el contraste del color de piel", asegura en unas declaraciones el fotógrafo al diario El País.
El periodista brasileño, además, asegura que cuando sucedió el lance en el que se vieron implicados Sadio Mané y Thiago Rangel Cionek, los protagonistas, no tardó en disparar su obturador para obtener la foto que califica de "divina".
Es curioso que el propio Rodrigo Villalba no quisiese compartir esta imagen con el resto de Agencias, puesto que era él quien quería tener la exclusiva. "Envié todas las demás, pero esta tenía algo personal. Quería publicarla en mi cuenta de Instagram", destacó. Ya había conseguido algunas más, pero ninguna con tanta fuerza como ésta.
Lo que más le molesta es el uso sin permiso de su fotografía, aunque, como él mismo asegura, no se puede luchar contra ello, pero es algo que está mal y no debería suceder. Tal ha sido la repercusión que incluso la propia cuenta de la FIFA ha querido mostrar al mundo la imagen.
El fotógrafo está cubriendo la que es su segunda Copa del Mundo y se ha convertido en el autor de la que ya es la foto más compartida del Mundial de Rusia.
