En Inglaterra alucinan con la clamorosa acción del delantero francés que el árbitro no vio. Asistencia con la mano que muchos ya comparan con la de Maradona en el Mundial del '86.
El defensa azulgrana pidió que no insultasen a su ex compañero en la selección. Con un gesto negando con el dedo trató de calmar los cánticos de "Sergio Ramos, hijo de puta".