
Gareth Bale sí brilla con Gales. Cómo no. El delantero apenas ha jugado con el Real Madrid esta temporada, pero sí lo hace, y de qué manera, con su selección. Firmando un doblete contra Austria (2-1), en una de las semifinales de la repesca europea, que acerca a los dragones rojos al Mundial de Qatar 2022, a expensas de la final que el próximo mes de junio disputarán contra el ganador del Escocia-Ucrania —eliminatoria que ha tenido que ser aplazada por motivos obvios—.
"Llevo meses preparándome para este partido. Estoy listo para jugar los 120 minutos", decía Bale el miércoles en la previa del choque contra Austria. Al final no fueron 120, sino 90, para superar a Austria en el primer envite de los playoffs. Y lo hizo Gales con dos goles espectaculares de su capitán. Un jugador autocondenado al ostracismo en el Real Madrid, que acaba de borrarse del Clásico del pasado domingo contra el FC Barcelona (0-4) alegando molestias en la espalda, pero que espera a jugar con Gales para destapar el tarro de las esencias.
Pese a no jugar contra el Barça, Bale viajó a Cardiff, se entrenó con sus compañeros —feliz y sonriente— y salió como titular contra Austria. En los primeros minutos pareció falto de ritmo. No llevó la voz cantante. Pero apareció en el minuto 25 para marcar un golazo de falta. Colocó la pelota, algo escorada a la izquierda de Lindner, y cogió carrerilla. Uno, dos, tres... varios pasos. Respiración, avance y golpeo con el empeine. Folha seca a la escuadra. Golazo, toque al escudo y la reinvindicación que ha esquivado en el Madrid la tuvo en una esquina del Cardiff City Stadium.
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— Madrid Sports (@MadridSports_) March 24, 2022
Mientras se debatía si el espectacular tanto de Bale era el más bonito marcado nunca en el estadio de Cardiff, el capitán galés guardaba una sorpresa más. Según empezó la segunda parte y los dragones rojos dispusieron de un córner, Bale se coló entre los centrales. La jugada no fue lo más limpia posible, pero llegó hasta el corazón del área. Ahí no pudo controlarla Ben Davies, se quedó muerta y la capturó Bale. Dos toques, uno para hacerse hueco y otro para cruzarla a la red. Los galeses no se lo podían creer. El domingo no sabían si podría jugar y cuatro días después Bale metía a los suyos en la final para el Mundial.
¡DOBLETE DE BALE! 💥 pic.twitter.com/LM7i8As2G9
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Austria se encargaba de acortar distancias en el 65’, con un gol de Davies en propia meta, y Bale, que jugó hasta el minuto 93 —cuando fue sustituido por Mepham—, se retiró con molestias en la ingle.
El jugador madridista realizó varios gestos de dolor y tuvo que disputar los últimos minutos con la mano en la ingle, sin poder desplazarse bien. Tras mirar varias veces al banquillo, Robert Page, el seleccionador galés, decidió sustituirle.
"Deberían sentirse avergonzados"
Al final del partido, Bale habló para los medios, asegurando que sus dos goles no son una reivindicación porque "no" necesita "mandar mensajes a nadie". "No necesito mandar mensajes a nadie. Sería perder mi tiempo, deberían sentirse avergonzados. Es desagradable", indicó el delantero en un claro mensaje a la prensa española.
"Tuve un poco de calambres al final del partido, pero siempre daré todo por este país. Todos lo haremos. Podemos disfrutar esta noche. Es medio trabajo hecho, pero sigue siendo un partido muy difícil contra Escocia o Ucrania. Descansaremos para eso y estaremos listos", comentó el jugador del Real Madrid.
De esta forma, Bale volverá tocado a España y casi con seguridad se perderá varios partidos con el Madrid —quizá lo que resta de temporada— para volver a tope con una Gales que no volverá a jugar hasta junio. Gareth es un fenómeno con su selección, pero en el Madrid ni está ni se le espera. Termina contrato el próximo 30 de junio y en el club ya empiezan a contar los días para su salida, esta vez definitiva.
