
Sadio Mané es senegalés y lo daría todo por su selección, incluyendo su propia vida, algo que se jugó en la última Nations League Africana cuando recibió un golpe en el partido ante Cabo Verde y su federación le recomendó no jugar tras la conmoción cerebral.
"Cuando me lesioné contra Cabo Verde y tuve una conmoción cerebral, nunca hablé de eso ese día. El Liverpool presionó a la federación y escribió una carta a la FIFA diciéndole que necesitaba al menos cinco días de descanso, lo que significaba que me perdería los cuartos de final", comentó Mané.
¿Qué hizo el nuevo jugador del Bayern para asegurarse jugar? Ofrecer la posibilidad de firmar un contrato autoinculpándose de su posible muerte durante el siguiente partido: "Sé que no debo jugar, pero tengamos un contrato. Será mi responsabilidad, voy a firmar. Si me muero, tienen que decir que es mi culpa. No es culpa de nadie. Pero me dijeron: 'Sadio, no puedes jugar' pero dije: 'no, no, está fuera de discusión'".
Mané finalmente disputó el partido entero y el triunfo por 3-1 ante Guinea Ecuatorial pese a no firmar nada: "No firmé el papel, pero finalmente dijeron: 'no, no, no es posible', pero estaba listo para hacerlo. El médico dijo: 'Está bien, hagamos un escaneo en la mañana del día del partido y salió bien'".
Por suerte Mané no tuvo ningún problema y a día de hoy no sufre ninguna secuela de esa conmoción cerebral. Ahora, en Múnich, iniciará una nueva etapa tras triunfar con el Liverpool.
