
El expresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Victoriano Sánchez Arminio y su entonces vicepresidente, José María Enríquez Negreira, instauraron un 'cupo regional' para ascender y descender árbitros al margen del reglamento. Sánchez Arminio fue presidente del máximo organismo arbitral del fútbol español durante 25 años entre 1993 y 2018, mientras Negreira ocupó su cargo de vicepresidente del CTA desde 1994 hasta 2018.
El Juzgado de Instrucción nº 1 de Barcelona investiga a Negreira, al F.C. Barcelona, a los expresidentes blaugranas Josep María Bartomeu y Sandro Rosell, y a los exdirectivos Albert Soler y Óscar Grau por delitos continuados de corrupción en los negocios, administración desleal y falsedad documental. Todo ello, tras desvelarse que el Barça pagó un total de 7,3 millones de euros al que fuera vicepresidente del CTA entre 2001 y 2018.
Fuentes arbitrales consultadas por Libertad Digital aseguran que "Sánchez Arminio y Negreira descendían y ascendían de división a colegiados del mismo Comité Territorial para tener contentos a todos los máximos responsables autonómicos arbitrales. Instauraron un ‘cupo regional’ al margen del reglamento".
"Cada Comité Territorial tenía plazas asignadas. Si descendía de división un árbitro o asistente gallego, casualmente subía de división esa temporada un colegiado o asistente gallego. Este ‘modus operandi’ fue muy frecuente en el CTA durante años. Árbitros muy buenos de aquella época no llegaron nunca a primera división porque su ascenso dependía de que hubiera plaza libre de su respectivo Comité Territorial. Daba igual tu actuación durante el año, si estabas primero en las evaluaciones para subir de categoría, te podían quitar de en medio con el denominado ‘factor corrector’, apodado ‘factor corruptor’".
LD ha tenido acceso a las actas de ascensos y descensos de los árbitros de primera división, segunda y segunda B de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), correspondientes a las temporadas 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018, último año en el que Sánchez Arminio y Negreira estuvieron al frente del Comité Técnico de Árbitros.
En la temporada 2014, descendieron a segunda división asistentes del Comité vasco, andaluz, aragonés y casualmente, ascendieron asistentes de dichos Comités. Además, bajaron a 2ª B asistentes del Comité asturiano, andaluz, vasco y extremeño, y subieron a segunda división asistentes de esos Comités.
En la temporada 2015, descienden a 2ª B colegiados del Comité Balear y Castellano-Manchego y ascienden a 2ª árbitros de esas regiones. Respecto a los asistentes, desciende a segunda uno del Comité de las Palmas que es sustituido por otro de Las Palmas También bajan a 2ª B asistentes del Comité Cántabro y Castellano-Manchego que son sustituidos por asistentes de la misma Comunidad Autónoma.
En la temporada 2016, desciende un árbitro a segunda división andaluz que es sustituido por otro del mismo Comité y baja a 2ª B un colegiado del Comité Castellano-Manchego, que también es repuesto con otro colegiado de ese mismo Comité Territorial. Respecto a los asistentes, descienden a 2ª un andaluz y un navarro, que son reemplazados con el mismo ‘modus operandi’. También bajan a 2ª B un Castellano-Manchego, uno de Las Palmas y un tercero Valenciano, cuyas vacantes son cubiertas por asistentes de las mismas regiones.
En la temporada 2017, desciende un árbitro cántabro y andaluz, repuestos a su vez por el citado ‘cupo regional’. También bajan a segunda división un asistente andaluz y otro castellano-leonés que son convenientemente reemplazados. Finalmente, en la temporada 2018 desciende a 2ª B un árbitro gallego que es sustituido por otro del mismo Comité Territorial. Respecto a los asistentes, desciende a 2ª y asciende a primera uno madrileño, y desciende a 2ª B y asciende a 2ª uno riojano y otro castellano-leonés.
Las mismas fuentes consultadas por este diario aseguran que "el poder de los Comités Territoriales arbitrales era enorme. Los ascensos y descensos de árbitros eran propuestos por el Comité de Árbitros de Sánchez Arminio y Negreira a la Federación que presidía Ángel María Villar, que daba el visto bueno de los mismos. Sánchez Arminio y los presidentes territoriales afines trabajaban arduamente en período de elecciones a la presidencia de RFEF para conseguir que todos los asambleístas árbitros votasen en masa a Villar y así continuar todos en sus respectivos cargos".
"La mano Negreira, el factor corruptor"
Tal y como desveló LD el pasado 20 de marzo, en el Comité Técnico de Árbitros (CTA) siempre se habló de "una mano negra en los ascensos y descensos de los colegiados, era la mano Negreira".
Negreira tenía acceso a todos los informes de evaluación de los colegiados y podía manipularlos, decidiendo quién ascendía y quién descendía. En los citados informes, las notas normalmente oscilaban entre el 6 y el 8,5, además existía el factor corrector que era la dificultad del partido.
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