
La selección nacional de Birmania (o Myanmar) ocupa en la actualidad el puesto número 160 del Ranking FIFA. Detrás de Papúa Nueva Guinea, y delante de Nueva Caledonia. Pero hubo un tiempo en que esto no fue así. En que el fútbol birmano dominaba en Asia. En que las expectativas de acudir a un Mundial o a unos Juegos Olímpicos eran reales.
Todo se inició en la década de los 50. Aunque lo cierto es que el fútbol llevaba años siendo el deporte nacional de Birmania, a raíz de los colonialistas británicos. "La popularidad del fútbol en el país es casi tan importante como en Europa. Es enorme", escribiría un periodista inglés en 1910.
Pero fue en 1952 cuando la federación nacional de fútbol organizó las diferentes ligas y categorías en el país, con el claro objetivo de mejorar su potencial, y nutrir así de buenos futbolistas a la selección.
Y los resultados no tardaron en llegar. En los Juegos Asiáticos de 1954 logró la medalla de bronce, por detrás de Taiwán y Corea del Sur. Estaba claro que el camino iniciado era el correcto. Algo que se corroboraría en 1966, cuando Birmania logró la medalla de oro en los Juegos Asiáticos de Tailandia. Un oro, un éxito, que repetirían cuatro años más tarde, en Bangkok.
No sólo eso. En la Copa Asia de 1968 terminaría segundo, tras caer en la final ante Irán. Y su selección juvenil conquistó en dos ocasiones el campeonato juvenil asiático (1968 y 1970).
No hay duda de que en aquellos años, finales de los 60 y principios de los 70 (también acudiría a los Juegos Olímpicos de Munich de 1972), Birmania era una de las grandes potencias futbolística de Asia, y lideraba el ránking de los países del sudeste asiático. De hecho, ganaría cinco oros consecutivos en los Juegos del Sudeste Asiático entre 1965 y 1971.
Bahadur, un pionero
La gran estrella de aquella gran selección fue Sak Bahadur. Está considerado el mejor futbolista de la historia del país.
Sak Bahadur nace el 15 de mayo de 1935 en Pyawbwe, Mandalay, en una familia de etnia Gurka, población de origen nepalés. Con sólo 17 años se destapa como la estrella de su equipo, el Shan State. Y de manera inmediata pasa a formar parte del Army FC, equipo relacionado con el ministerio de defensa nacional y que por aquel entonces contaba con los mejores futbolistas nacionales.
También en ese momento es citado para la selección absoluta. Y, pese a tener tan solo 17 años, es nombrado su capitán.
Sak Bahadur juega de extremo. Un extremo que rompe con lo que estaban acostumbrados en Birmania hasta su llegada . Posee una asombrosa velocidad (no en vano, había sido campeón nacional en los 100 metros), y una inusitada capacidad para sortear adversarios. Es, además, un portento físico, fruto de sus devaneos con el hockey o el tenis, entre otros deportes practicados en su infancia.
Sin haber ganado nunca nada hasta entonces, la irrupción de Sak Bahadur, junto a la llegada al banquillo de Sein Hlaing, la coyuntura organizativa comentada anteriormente, y otros futbolistas de nivel como el portero Aung Tin o el defensa Win Nyunt Myo, Birmania se convertirá en uno de los conjuntos más poderosos del continente.
Lo demuestran los resultados: en apenas nueve años, dos oros en los Juegos Asiáticos, cinco más en los Juegos del Sudeste Asiático, y una plata en la Copa Asia.
Según la FIFA, Sak Bahadur llegaría a disputar 150 partidos con la selección de Birmania entre 1952 y 1970, y marcó más de 80 goles.
Retirado del fútbol en 1970, serviría como Comandante en el 4º Batallón de Infantería del Ejército de Myanmar. Sería reconocido con la medalla Aung San Thuriya, el mayor premio nacional militar que se concede en Birmania. Su muerte llegaría el 19 de agosto de 2001, a los 68 años.
Hoy, el nombre de Sak Bahadur es casi sagrado en Birmania. Él lideró la mejor época futbolística del país. Él llevó a la selección a conquistar títulos continentales (los únicos en toda su historia). Él, y aunque hoy nos parezca mentira, llevó a Birmania a ser una potencia futbolística. Porque él, Sak Bahadur, era de talla mundial.

