
El Atlético de Madrid tiene muchos frentes abiertos. Los más importantes, por mucho que se diga, están centrados en la defensa, pero lo que más vende es la delantera y en concreto el 9 goleador que necesita el Cholo Simeone para generar, aparte de ocasiones, cifras altas de goles que le permitan luchar por todo.
En el Atlético, para todo lo deportivo, hay tres cabezas visibles. Como una hidra de la mitología. El dueño y consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín. El entrenador, Diego Pablo Simeone. Y el director deportivo, Andrea Berta. Ellos son las tres piezas claves a nivel de creación de plantilla. Pues bien, sobre el 9, cada uno tiene una opinión distinta o, como mínimo, alejada de ser unánime.
Información
Así funciona el Atlético a día de hoy (como un hidra de 3 cabezas):
-Simeone prefiere a Dovbyk (NO quiere decir que no le guste Sorloth, con el que contaría)
-Andrea Berta prefiere a Sorloth
-Gil Marín prefiere al que salga más barato de los 2 pic.twitter.com/ZJWXouSgUO
— David Vinuesa Malbac (@Dvinuesa) May 29, 2024
Según ha podido saber Libertad Digital, el 9 por el que suspira Andrea Berta es Sorloth, delantero del Villarreal, segundo este año en la carrera por el Pichichi. Pero para Simeone, al que Sorloth no le disgusta y aceptaría en caso de llegar, su preferido sería Artem Dovbyk, ganador del trofeo a máximo goleador y un 9 que se ha destapado este año como un killer para un Girona de Champions. Esas son las dos preferencias.
El entrenador prefiere a Dovbyk. El director deportivo a Sorloth. ¿Qué pasa con Gil Marín? Que prefiere al que salga más económico de los dos. Así de claro. No tiene preferencia por ninguno aunque sabe que el Villarreal es un duro hueso de roer a la hora de negociar. Por otro lado, las últimas informaciones hablan de una oferta ya formulada por el Atlético al Girona, es decir, de momento se habrían decantado por la opción del Cholo. Algo lógico, por otra parte.
Lo que está claro es que si el Atlético quiere a alguno de los dos jugadores tendrá que poner dinero de por medio y con el club colchonero el problema siempre es el mismo: le gusta invertir poco y ahorrar mucho.

