Hincha: Partidario entusiasta de alguien o algo, especialmente de un equipo deportivo.
Así lo define la Real Academia Española en su segunda acepción. Pero ¿de dónde procede el término? En la figura de Prudencio Reyes encontramos su origen.
Casi desde su nacimiento, el fútbol fue un deporte seguido y admirado. Evidentemente, no se puede comparar con el fenómeno mundial que es ahora. Ni en lo que refiere al deporte en sí, ni, por supuesto, a sus aficionados.
Tampoco a la actitud de éstos con sus equipos. De hecho, los aficionados que acudían a ver un partido de fútbol lo hacían como el que va al teatro. En silencio. A disfrutar el espectáculo. Sin gritos, ni cánticos, ni provocaciones al rival... Pero una persona lo cambió todo.
Miguel Prudencio Reyes Viola, el Gordo, había nacido en Montevideo, Uruguay, el 28 de abril de 1882. Talabartero de oficio, se había enrolado a Nacional como utillero, acompañando siempre al equipo. Aunque su principal función era la de hinchar los balones antes de cada encuentro.
Pero una vez que el partido arrancaba, se dejaba llevar por su pasión futbolística y por Nacional. Eran constantes sus gritos desde la banda para animar al equipo. Especialmente dirigidos a un futbolista, Megula Canthury, el delantero centro del equipo, y por quien sentía auténtica devoción.
Todo ello, recordemos, en una época en la que lo habitual era que los aficionados estuvieran en silencio. Por eso desde el primer momento comenzó a llamar la atención. ¿Quién es ese? Preguntaban, incrédulos, los presentes. "Es Prudencio, el hincha pelotas de Nacional", respondían. "El hinchador"... "Miren cómo grita el hincha pelotas"… "Es el hincha"…
Y lo que inicialmente surgió como algo anecdótico, casi motivo de burla, se fue contagiando. Poco a poco algunos espectadores se fueron añadiendo a sus gritos. Poco después, era buena parte de la afición. Al poco, todo el estadio. Evidentemente, cada uno a su manera. No existían los cánticos que surgirían años más tarde entre todas las aficiones. Pero no es menos cierto que desde su irrupción, desde la irrupción de Prudencio Reyes el gordo, todos los aficionados de Nacional comenzaron a sentir la necesitad de gritar para alentar a su equipo. A él y a sus compañeros en la grada se les conocería como hinchada.
Y poco a poco aquello se fue extiendo a todo el país, a todo el continente, a todo el planeta…
Se afirma que años después, la producirse en 1911 la escisión de Nacional para dar lugar al Bristol, Prudencio Reyes fue uno de los que abandonó el club para unirse al de nueva creación. Y que tras la desaparición de este último, pasó a ser hincha de Peñarol.
Prudencio Reyes fallecería el 7 de febrero de 1948, a la edad de 65 años, en su Montevideo natal. Pero su legado ha quedado para siempre. Pocas figuras en la historia pueden presumir de haber creado un término universal y que trasciendo el transcurrir del tiempo. Hace un tiempo, se erigió una estatua en su honor en el Gran Parque Central, el estadio de Nacional, en un acto organizado por la Comisión de Historia y Estadística del Club Nacional de Football.
Aunque no es menos cierto que paralelamente han surgido algunas voces contrarias a que el origen del término hincha sea efectivamente gracias a Prudencio Reyes. Certeza o leyenda, se non è vero, è ben trovato.


