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La hazaña del CD Orense: 30 partidos, 30 victorias

Quincuagésimo noveno artículo de Historias de Fútbol, de la mano de CIHEFE, recordando la gesta del club gallego en 1968.

Quincuagésimo noveno artículo de Historias de Fútbol, de la mano de CIHEFE, recordando la gesta del club gallego en 1968.
El equipo del CD Orense en la temporada 67/68. | CIHEFE

Actualmente en el mundo del fútbol hay estadísticas hasta de los detalles más nimios, y unos bancos de datos inmensos, pero en el ya lejano 1968 casi ni existían las hemerotecas, de modo que la gesta protagonizada por el CD Orense, en el Grupo 1 de la Tercera División fue saludada como un auténtico récord, lo nunca visto, algo que no tenía parangón en nuestro país ni tal vez en el mundo entero. Es posible que hubiera sucedido ya antes, o que haya ocurrido después, pero eso no resta un ápice de mérito a lo conseguido por el modesto equipo de la Ciudad de Las Burgas, que en aquella Liga 67-68 logró un pleno de victorias, 30 de 30, que se dice pronto, pero que actualmente se nos antoja una proeza imposible.

Fútbol a la orilla del Miño

El Club Deportivo Orense, hoy ya desaparecido, había sido fundado en el año 1952, sucediendo a otra entidad periclitada, la Union Deportiva Orensana, que llegó a militar varias temporadas en Segunda División. Este CD Orense, con su equipación a base de camiseta roja y pantalón azul, se mantuvo en Segunda entre los años 1959 y 1965, y en las temporadas 59-60 y 61-62 se clasificó en tercera posición, es decir, que incluso llegó a coquetear con el ascenso a la División de Honor.

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Carlos Couceiro 'Pataco'.

El Orense era un equipo caro para los estándares de la categoría de bronce del fútbol español. Los jugadores cobraban por tres conceptos diferentes, como era lo habitual entonces: ficha, sueldo mensual y primas. Los dos primeros conceptos eran fijos y las terceras lógicamente variables, en función de los resultados.

La ficha más alta de la plantilla era la del central Astigárraga, que el presidente del club gallego cifraba en "doscientas mil pesetas y pico". Los casados recibían 6.000 pesetas al mes, mientras que los solteros percibían 4.000 cucas, lo cual no estaba nada mal para la época. Y en cuanto a las primas, en una temporada "normal" la media venía a ser de 1.500 pelas por partido, pues no era lo mismo ganar en casa que a domicilio, y también se recompensaban los empates como visitante, pero huelga decir que en ninguna jornada de la 67-68 se quedaron en blanco en dicho apartado. Y luego estaban lo que llamaríamos "sobreprimas", es decir, cantidades de dinero ofrecidas por particulares a cambio de obtener determinados buenos resultados, y que a veces eran incluso superiores a las establecidas por el propio club. Esto era algo bastante frecuente en aquel tiempo, y solían desembolsarlas empresarios locales que de ese modo buscaban obtener popularidad e influencia dentro de la entidad, y también socialmente, lo cual podría redundar en su beneficio.

Palco y banquillo

El presidente del club era el empresario de 47 años Florencio Álvarez González. Nacido en Manzanillo, Cuba, era hijo de un indiano, y poseía negocios de café, ganadería, construcción y laminado de piedra. Y en cuanto a la dirección técnica, esta recaía en un joven entrenador, el madrileño Fernando Bouso (35 años), antiguo jugador del club y surgido de la cantera colchonera. El preparador regentaba en una céntrica calle de la ciudad un popular establecimiento de, cómo no, venta de artículos deportivos, que respondía al nombre de Bouso Sport.

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Elidio Cortés.

Una apisonadora en el terreno de juego

Estos fueron los quince adversarios a los que el Orense derrotó, tanto de local como de visitante: Lemos, Atlético Pontevedra, Fabril, Brigantium, Gran Peña, Arosa, Órdenes, Calvo Sotelo, Turista, Alondras, Arsenal, Lugo, Bouzas, Atlético Orense y SD Compostela. El reglamento de la competición no permitía aun las sustituciones, y además, dada la inmejorable marcha del equipo, tampoco se hacía necesario alterar la formación titular, salvo por algún problema físico puntual o sanción, de manera que el Orense presentaba casi siempre una de esas alineaciones que se conocen los aficionados de carrerilla, la compuesta por Roca; Varela, Astigárraga, Paredes; Ángel, Pito; Cortés, Seara, Carballeda, Pataco y Túnez. Figuraban también en la plantilla los guardametas Esnaola -no confundir con el arquero de Real Sociedad y Betis- y Oñate, y los jugadores de campo Lozano, Bermejo, Márquez, Pombo, Lolín, Buján, Guitián, Puente, Pazo y Conde.

Cuando la Liga regular ya daba sus últimas boqueadas, a pocas jornadas para su conclusión, los medios informativos nacionales comenzaron a hacerse eco del récord que estaba estableciendo el conjunto orensano. El último partido, disputado en el campo de Santa Isabel, frente a la SD Compostela, va a levantar una enorme expectación, con masivo desplazamiento de aficionados orensanos hasta Santiago, unos 2.500, incluida la presencia de un equipo de Televisión Española, con Matías Prats al frente. Vencieron los de Bouso por 0 a 1, con gol de Túnez, logrando así el histórico pleno, 30 de 30. Y como premio por su gesta, la Delegación Nacional de Deportes, presidida por Juan Antonio Samaranch, le concedió al club la Placa de Plata al Mérito Deportivo. Pepe Carballeda, un magnífico rematador de cabeza -llegaron a compararle con Santillana-, había sido el Pichichi de la categoría, con 38 tantos, seguido por Carlos Couceiro Gómez, conocido como Pataco (19), Fernando Túnez (11) y Elidio Cortés (9), para un total de 98 dianas. Además, el equipo había mostrado una insólita fortaleza defensiva, encajando únicamente 7 goles, y dejando su portería a cero nada menos que en 23 encuentros.

La gran decepción en Altabix

Sin embargo, semejante registro no llevaba aparejado el ascenso directo, ya que existían 15 grupos en Tercera División, cada uno con su respectivo campeón, y estos debían de enfrentarse entre sÍ en dos rondas eliminatorias, que darían finalmente los cuatro nuevos equIpos de Segunda División. El primer enfrentamiento fue con el CD. Condal, el filial barcelonista, y en él los gallegos superaron a los catalanes por 2 a 0 en Orense (con tantos de Pataco), para caer 2 a 1 en el Camp Nou, en la que sería su primera derrota de la temporada. Ya sólo se interponía un único escollo en el camino hacia la categoría de plata, otro conjunto filial, el CD Ilicitano, que lo era de los franjiverdes de Altabix, y aquí saltó la sorpresa.

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En su feudo de O Couto -oficialmente denominado en la época franquista como "Estadio José Antonio"- no pudo pasar del 0 a 0 inicial, y en la Ciudad de las Palmeras se acabó el sueño, con un 2 a 1 a favor de los alicantinos, con goles de José Ramón y Climent para los locales, y Pataco para el Orense. El equipo había llegado ya muy cansado al momento decisivo, y tuvo que jugarse el todo por el todo incluso con algunos jugadores tocados.

Y un merecido ascenso en San Mamés

Pero al año siguiente, pese a no realizar un campeonato tan redondo -aunque sí muy bueno: 27 victorias, 9 empates y tan sólo 2 derrotas-, se proclamó nuevamente campeón de su grupo, en esta ocasión formado por 20 equipos, con clubes gallegos y asturianos. El Orense consiguió por fin el anhelado ascenso al vencer en la promoción al Bilbao Atlético, filial de Los Leones, al que se impuso primero en O Couto por 2 a 1, y luego en el propio San Mamés ante 40.000 espectadores -entre los cuales había miles de gallegos, emigrados al País vasco en busca de un futuro mejor-, por 0 a 1, con un tanto de Carballeda y el siguiente once, casi los mismos héroes que en la campaña anterior: Roca; Varela, Lozano, Paredes; Astigárraga, Pito; García, Babi, Carballeda, Pataco y Túnez.

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José Carballeda.

Lógicamente sus más destacados futbolistas llamaron la atención de clubes de superior categoría, y de ese modo Elidio Cortés ya pasaría al Deportivo de La Coruña en el mismo 1968, cumpliendo excelentes temporadas con los de Riazor, para actuar después en Real Oviedo, Cádiz y Xerez, mientras que Pataco fichaba un año más tarde por el Atlético de Madrid -donde apenas jugó-, y el goleador Carballeda se iba al Pontevedra en 1970, tras el descenso de los de Pasarón, donde jugaría varias temporadas hasta que una lesión le retirase prematuramente en el Portuense.

El CD Orense conocería posteriormente varios descensos y ascensos, totalizando 13 temporadas en Segunda División, categoría que abandonó definitivamente en 1999, un año después de cambiar oficialmente su nombre a Club Deportivo Ourense. Inmerso en sucesivas crisis, económicas y deportivas, fue liquidado finalmente el 15 de julio de 2014, y de sus cenizas surgiría la actual Unión Deportiva Ourense, que milita hoy en Tercera RFEF, con idéntica equipación y mismo terreno de juego, el entrañable O Couto.

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