
Fueron dos goles, pero la sensación es que el Real Madrid con un poco más de pegada habría destrozado al Girona en el Bernabéu. Solo le faltó un poco más de Mbappé o de Rodrygo al conjunto de Ancelotti para firmar una goleada imponente en el coliseo blanco. Porque el Girona solo tuvo opciones el tiempo que el Real Madrid no aprovechó para ampliar la renta. Si lo llega a hacer antes, lo gerundenses no habrían estado cerca ni siquiera de sacar un punto.
El Real Madrid llegó a tener hasta 21 tiros de los que solo logró marcar dos. El primero fue un golazo de Modric desde fuera del área demostrando por qué es eterno y por qué será él el que decida cuándo irse del Real Madrid. Fue él el que abrió la lata cuando el partido empezaba a espesarse y cuando el descanso anunciaba un tiempo de reflexión más tenso de lo normal.
Ya en la segunda parte, Ancelotti, que había rotado en el 11 dando descanso a jugadores como Rudiger o Fede Valverde, hizo al Real Madrid más posicional y buscó la sentencia sobre todo con las galopadas de Vinícius y Mbappé. El brasileño y el francés se turnaron las oportunidades y también los fallos. Disparos por encima del larguero, malos pases desde la línea de fondo... el Madrid no cerraba el choque y el Girona empezaba a creer que podía pasar algo más en el marcador y no para los locales.
Por suerte para Ancelotti tanto fue el cántaro a la fuente que una jugada entre Mbappé y Vinícius acabó con el 2-0 final del brasileño en los instantes finales del encuentro. Desde noviembre no marcaba el 7 blanco y por fin rompió su mala racha con un gol poco estético, pero que vale igual que el que, por ejemplo, anotó Modric.
En cuanto al Girona de Míchel, el plan del entrenador madrileño estuvo a punto de lograr un punto, pero solo porque el Real Madrid estuvo fallón. Es cierto que Van de Beck tuvo varias y que la salida de Bryan Gil en la segunda parte les hizo más incisivos, sin embargo, la realidad es que todo dependió de la efectividad del equipo de Ancelotti.
El Real Madrid sigue segundo empatado a puntos con el Barcelona y con el Atlético, tercero, a punto de ambos. Ahora, Copa del Rey.

