
En la última jornada de fase de grupos del Mundial de Clubes hubo un partido intrascendente, clasificatoriamente hablando. El que enfrentaba a Al Ain y Wydad, no obstante si es cierto que el vencedor se llevaría a casa casi dos 2 millones de dólares. Un botín que bien merecía que ambos fuesen con todos los titulares. Y, pese a no jugarse la clasificación… salieron a jugar como si de ello dependiera su vida.
Cierto es que el conjunto marroquí salió mejor gracias a la influencia de su entrenador, Mohamed Amine Benhachem, que estuvo presente en el banquillo con algunos apósitos en la cara después de sufrir un accidente de tráfico bastante serio hace solo tres días. De hecho, en el minuto 4 del encuentro ya iban ganando gracias a un gol de Mailula.
Pero los de Al Ain no se quedaron atrás y se pusieron las pilas y justo antes del descanso metieron un gol de penalti que puso de nuevo las tablas en el marcador. El autor del gol fue Laba que lo celebró como suele hacerlo Vinicius con el Real Madrid…. tapándose la cara con una mano y, con la otra, simulando una pistola. Esta pena máxima fue bastante dudosa, pues Boucheta tocó lo mínimo a Adis Jasic en la primera de las polémicas.
El raro y polémico segundo gol de Al-Ain que sube al marcador 👀🤯@FIFACWC | Todos los partidos gratis en https://t.co/yWCWbevPop | #FIFACWC #TakeItToTheWorld pic.twitter.com/QnmlNuwI9C
— DAZN Fútbol (@DAZNFutbol) June 26, 2025
Pero la polémica no terminó ahí sino que en el minuto 50 llegó la acción clave del partido. Kaku anotó un golazo por la escuadra asistido por Palacios que, en la misma jugada, fue al suelo para pelear un balón. Todo parecía ir bien, pero durante la celebración, un jugador del Wydad, concretamente Harkass, se estaba doliendo en el suelo y las repeticiones dejaron ver como Palacios, después de tocar el balón, clavó los tacos en la rodilla del central. El VAR revisó la jugada, como no podía ser de otra manera, y, cuando parecía que se iba a anular el segundo gol…. Fischer lo dio por válido, mientras que Harkass dejaba el campo en camilla. Surrealista.
Seguramente por este motivo, los minutos que quedaban perdieron totalmente el atractivo mientras ambos equipos se descontrolaban en la medular. Las ocasiones no dejaron de llegar, epecialmente para Laba, que mandó fuera un remate sin portero, en la más clara para ambos equipos, que no volvieron a modificar el marcador.

