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Liga

La reivindicación de La Fábrica

El gol salvador de Álvaro Morata contra el Levante reabre el debate sobre sus posibilidades en el primer equipo.

En medio de la polémica sobre el objetivo de los filiales, aparece un canterano del Real Madrid que con su gol consigue que el equipo se lleve los tres puntos. Álvaro Morata entró en escena ante el Levante y logró un tanto soñado, sólo un minuto después de saltar al césped del Ciudad de Valencia en sustitución de Mesut Özil.

El madrileño ha jugado 32 minutos en la Liga, repartidos en los encuentros contra el Getafe (2-1), Mallorca (0-5) y el Levante (1-2); y noventa en la Copa del Rey, en la ida de dieciseisavos de final frente al Alcoyano (1-4). En el Ciudad de Valencia, las circunstancias le eran favorables para saltar al campo. Con Benzema e Higuaín lesionados, y tras la sustitución de Cristiano en el descanso, Mourinho tenía pocas alternativas. Aún así, el técnico blanco decidió que entrase Albiol antes que él para sustituir a CR7.

Pero Morata acabó entrando, en el minuto 82, y aprovechó su oportunidad de la mejor forma, con el gol de la victoria. Lo festejó a lo grande, con una celebración reivindicativa. El delantero, de 20 años, corrió a abrazarse a otros futbolistas de La Fábrica, nombre con el que se conoce a la cantera madridista.

"Este tanto me vale para sacrificarme todavía más y mejorar", aseguró tras el encuentro. Mourinho le reconoció el mérito aunque aprovechó para anotarse un tanto. "El que lo ha subido al primer equipo he sido yo, quien lo ha llevado tres pretemporadas seguidas al primer equipo también, quien ha impedido que se vaya y quien le ha pedido al club que le hiciera un contrato con el primer equipo soy yo, y quien hace su gestión soy yo también", indicaba el técnico portugués.

Y es cierto. Con 18 años, Morata debutó en el primer equipo contra el Real Zaragoza en La Romareda, con Mourinho sentado en el banquillo. El portugués no quiere que se le suba a la cabeza ni que los flashes le desvíen del trabajo y la humildad, pero el delantero madrileño tiene puntos en común con un mito blanco: Raúl González. Ambos han salido de la cantera rival, la del Atlético de Madrid. En el caso de Morata, también pisó las filas inferiores de otro vecino, el Getafe.

Es un jugador polivalente, rápido, con buen remate y certero en el juego aéreo (no le resulta difícil superar a la defensa con sus 192 centímetros de estatura). También ha demostrado servir en punta y en las bandas, como hizo a las órdenes del técnico del Real Madrid Castilla, Alberto Toril.

A pesar de estas cualidades, Morata tiene difíciles rivales para hacerse con un hueco en el once. Tendría que imponerse a Higuaín, a Benzema y hasta a Cristiano. Sólo el tiempo y las oportunidades dirán si el canterano se merece un puesto en el primer equipo o si, más bien al contrario, corre la suerte de otros filiares blancos que han triunfado fuera de la casa blanca como Mata, Soldado y Negredo.

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