El Real Madrid se deja el liderato en Montilivi

El Real Madrid sigue sin despegar en LaLiga. Y ya van tres tropiezos consecutivos. Ni contra el Rayo, ni contra el Elche, ni este domingo en Montilivi frente a un Girona renacido. Tres empates consecutivos (2-2, 0-0 y ahora 1-1) que dejan al equipo de Xabi Alonso sin liderato y con una sensación incómoda: la de un gigante herido que no acaba de despegar, después de un inicio de temporada más que prometedor. El Barcelona, mientras tanto, agradece el regalo y asalta la primera plaza con un punto de ventaja (34 por 33, mientras que el Villarreal y el Atlético asoman justo detrás con 32 y 31). Más igualdad arriba, imposible.

En noviembre no se ganan títulos, claro está, pero a veces se empiezan a perder. La noche en Gerona tenía trampa. Míchel lo avisó: su equipo había recuperado alma, piernas y, sobre todo, competitividad. El cuadro catalán llevaba semanas mejorando sensaciones pese a seguir viviendo en zona de descenso y el Madrid, que venía de vaciarse en Grecia ante el Olympiacos, podía pagarlo. Así fue. Montilivi empujó, creyó y acabó celebrando un empate que sabe casi a victoria.

En un inicio valiente y de tú a tú, el Girona salió sin complejos, decidido a presionar alto, a robar arriba y a correr. El Madrid, que esperaba cómodo atrás para castigar las pérdidas locales con Mbappé y Vinicius, tardó en mandar. Lo hizo progresivamente, a base de posesión y de los fogonazos habituales de sus atacantes. Avisaron Güler, Mbappé, Tchouaméni y Vinícius, pero el gol no llegaba. Tampoco el dominio era sostenido. Los blancos alternaban arreones de superioridad con desconexiones inexplicables, como las que protagonizó un Trent Alexander-Arnold que deja bastantes dudas en defensa. Ni mandaban en la medular ni encontraban continuidad. Justo el terreno donde un equipo como el de Míchel se mueve como pez en el agua.

Bryan Gil, Vanat y un Ounahi en estado de gracia mantenían en alerta constante a la zaga merengue. Y, pasada la media hora, el encuentro se partió. Primero apareció Militao con un cabezazo portentoso al que respondió Gazzaniga con una estirada descomunal. Acto seguido irrumpió la polémica. En un barullo dentro del área, Mbappé empujó el balón a la red, lo celebró, silenció Montilivi… pero el VAR llamó a De Burgos Bengoechea y el colegiado, tras ver las imágenes, anuló el tanto por una mano involuntaria de Kylian pero bastante clara. Da igual la voluntariedad, y el gol era anulado con justicia.

Y de lo que pudo ser el 0-1 se pasó al 1-0. Lo firmó Ounahi con un golazo de bandera. En el 45’, al borde del descanso, el marroquí coronó su enésima exhibición. Recibió un balón de Tsygankov en la frontal, lo acomodó con sutileza y lo mandó a la escuadra con un disparo seco, imposible para Courtois. El belga, que regresaba tras su gastroenteritis y que acabaría siendo decisivo, solo pudo volar para adornar la fotografía.

Xabi Alonso movió ficha en el descanso y dio entrada a Camavinga por un Güler bastante apagado. El francés aportó control, pero no el suficiente para apagar un partido que seguía al rojo vivo. Militao volvió a intimidar con otro cabezazo —notable partido del central brasileño—, pero la ocasión que pudo cambiar el guion fue para el Girona. A la hora de juego, Iván Martín filtró una asistencia primorosa para Vanat, que se plantó solo ante Courtois. El belga, gigante en el uno contra uno, sacó una mano salvadora que mantuvo al Madrid más vivo que nunca.

Y del posible 2-0 se pasó al empate. Antes, eso sí, De Burgos Bengoechea anuló otro gol, esta vez de Vinicíus por un fuera de juego muy claro tras el pase de Mbappé. Pero en el 67’ Hugo Rincón cometió un penalti inocente sobre el propio Vini, pisotón torpe al internarse el brasileño en el área. Kylian asumió la responsabilidad: disparo duro, ajustado al palo derecho de Gazzaniga. El portero adivinó la dirección, pero el balón era imparable. 1-1 y partido nuevo.

Cualquier cosa pudo pasar a partir de ahí. Se rompió completamente el encuentro. El Madrid, obligado por clasificación y escudo, fue con todo. Vinícius rozó el gol un par de veces y Mbappé lo hizo otras tantas. Además, Rodrygo pudo ser objeto de un posible penalti que De Burgos no señaló.

Pero el Girona no se quedó atrás y volvió a encontrar en Courtois un muro infranqueable: el belga evitó el 2-1 de Joel Roca con otra buena intervención. El atacante local se quedó bastante escorado al verse cerrado por Militao, otra vez imperial.

Lo que no llegó fue el desenlace. Ni el Madrid encontró el ansiado 1-2 ni Montilivi celebró el gol de la victoria. El pitido final dejó dos imágenes contrapuestas. Los futbolistas del Girona, exhaustos pero orgullosos, chocando manos como si hubieran ganado mucho más que un punto. Y los del Madrid, cabeza gacha, impotentes ante la evidencia: otro día sin victoria, otro paso atrás en LaLiga y un nuevo síntoma de que hay varias cosas que no terminan de funcionar.

Ficha técnica

Girona, 1: Gazzaniga; Hugo Rincón (Alejandro Francés, min. 72), Arnau, Vitor Reis, Alex Moreno; Witsel, Iván Martín; Tsygankov (Asprilla, min. 72), Ounahi (Lass, min. 83), Bryan Gil (Joel Roca, min. 72); y Vanat (Abel Ruiz, min. 83)
Real Madrid, 1: Courtois; Trent (Gonzalo, min. 90), Éder Militao, Rüdiger, Fran García (Álvaro Carreras, min. 90); Tchouaméni (Rodrygo, min. 72); Valverde, Arda Güler (Camavinga, min. 46), Bellingham, Vinícius; y Mbappé

Goles: 1-0, m.45: Ounahi; 1-0, m.67: Mbappé, de penalti
Árbitro: Ricardo De Burgos Bengoechea (Comité vasco). Amonestó a los locales Gazzaniga (min. 42), Ounahi (min. 59) y Vanat (min. 74)
Incidencias: Partido de la jornada 14 de LaLiga EA Sports disputado ante 14.005 aficionados en el Estadi Municipal de Montilivi, en Gerona