La sexta edición del Royal Trophy ha llegado a su fin con la segunda victoria del equipo asiático en toda su historia, tras una jornada de individuales jalonada de unas dosis de emoción indescriptibles.
Seis de los ocho enfrentamientos se han decidido en el último hoyo, un hoyo 18 de The Empire Hotel & Country de Brunei que se ha convertido en el auténtico protagonista. Sólo el partido que enfrentaba a Francesco Molinari y YE Yang llegó decidido, con dos arriba para el asiático.
El día no despertaba con buenos augurios para el equipo europeo. Su capitán, José María Olazábal, no podía disputar su individual al no recuperarse de la lesión en el cuello que se produjo al término de la jornada de ayer, por lo que su partido no se celebró acordando ambos capitanes el reparto de medio punto para cada equipo.
Gonzalo Fernández-Castaño y Eduardo Molinari concluían sus partidos all square contra KT Kim y Wu Ashun respectivamente. Nicolas Colsaerts y Henrik Stenson se imponían por uno arriba ante Bae Sang-Moon y Ryo Ishikawa, mientras que Y. Fujimoto Jeev Milkha Sing se imponían por idéntico resultado ante Marcel Siem y Miguel Ángel Jiménez.
Todo quedaba a expensas del último match en juego, que enfrentaba a YE Yang y Francesco Molinari. Y fue el único que se dilucidaba con mayor claridad a favor del equipo asiático, con lo que se producía un empate a 8 puntos entre ambos equipos, que daría lugar a la disputa del playoff para poder conocer al ganador de esta sexta edición.
El primer desempate que se disputó por parejas también concluyó con igualdad, por lo que tuvo que disputarse un nuevo encuentro de muerte súbita, esta vez en individual, donde los capitanes decidieron que se enfrentaran el belga Nicolas Colsaerts por parte europea y KT Kim por el equipo asiático.
Cuando se llegó al hoyo 15, y aunque el putt de KT Kim era casi el doble de distancia del que tenía Colsaerts, el asiático acertó mientras que el belga no pudo convertir el suyo, estallando el júbilo entre los componentes del equipo asiático encabezados por su capitán Joe Ozaki, el cual se lanzó a un baile estilo Gangnam ante el inmenso júbilo de los asistentes.