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¿Cómo surgió el ajedrez?

El ajedrez está considerado deporte y está en auge en los últimos tiempos. Pero, ¿Sabemos el origen del ajedrez? En LD te lo contamos.

El ajedrez está considerado deporte y está en auge en los últimos tiempos. Pero, ¿Sabemos el origen del ajedrez? En LD te lo contamos.
estrategia, ajedrez, juego de mesa | Pixabay/CC/jarmoluk

Antes de conocer cómo surgió el ajedrez debemos saber qué es y como se practica. Algunos lo consideran deporte otros simplemente un juego, lo que está claro es que tiene muchos fans alrededor del mundo. ¿Qué es el ajedrez? El ajedrez es una competición intelectual entre dos jugadores y es un juego muy lógico donde la suerte juega poco. El ganador es la persona que resuelve los rompecabezas en el tablero de ajedrez mejor que su oponente, incluso puede haber un empate si se llega a un punto de no retorno por parte de ambos jugadores.

Obviamente, el juego de ajedrez de aquellos días no era el juego que ahora conocemos. Sin duda, el ajedrez ha sufrido muchos cambios y quién sabe si las damas, o, más precisamente, un juego relacionado con las damas, no fue un antepasado de nuestro ajedrez.
La versión más extendida, reconocida y plausible es que el ajedrez tiene su origen en la India, más concretamente en el Valle del Indo, y data del siglo VI d.C. Originalmente conocido como Chaturanga, o juego del ejército, se difundió rápidamente por las rutas comerciales, llegó a Persia, y desde allí al Imperio bizantino, extendiéndose posteriormente por toda Asia. El mundo árabe, adoptó el ajedrez con un entusiasmo sin igual: estudiaron y analizaron en profundidad los mecanismos del juego, escribieron numerosos tratados sobre ajedrez y desarrollaron el sistema de notación algebraica.

El juego llegó a Europa entre los años 700 y 900, a través de la conquista de España por el Islam, aunque también lo practicaban los vikingos y los Cruzados que regresaban de Tierra Santa. De hecho, en las excavaciones de una sepultura vikinga hallada en la costa sur de Bretaña se encontró un juego de ajedrez, y en la región francesa de los Vosgos se descubrieron unas piezas del siglo X, de origen escandinavo, que respondían al modelo árabe tradicional.

Durante la Edad Media España e Italia eran los países donde más se practicaba. Se jugaba de acuerdo con las normas árabes, descritas en diversos tratados de los que fue traductor y adaptador Alfonso X el Sabio, según las cuales la reina y el alfil son piezas relativamente débiles, que sólo pueden avanzar de casilla en casilla.

La era moderna del Ajedrez, sin embargo, puede ser ubicada en el siglo XV, donde las piezas obtuvieron la forma que tienen actualmente. El primer analista serio del juego fue el español Ruy López de Segura (Siglo XVI), quien en 1561 describió las reglas que aún se usan. El primer reglamento impreso fue publicado por Francois Philidor con el titulo ‘Analyse du jue des echecs’ (1749), que fue traducido a muchos idiomas y ayudó a la difusión del juego.

Durante los siglos XVI y XVII el ajedrez experimentó un importante cambio, y la reina se convirtió en la pieza más poderosa, en cuanto a su movimiento se refiere, del tablero. Fue entonces cuando se permitió a los peones avanzar dos casillas en su primer movimiento y se introdujeron la regla conocida como en passant ('al paso'), que permite capturar el peón que sigue su marcha y no come la ficha que se le ha ofrecido por una determinada estrategia, y el revolucionario concepto del enroque. En ese momento fue cuando los jugadores italianos comenzaron a dominar el juego, arrebatándoles la supremacía a los españoles. Pasados unos años, los italianos fueron desbancados por los franceses y los ingleses durante los siglo XVIII y XIX cuando el ajedrez, que había sido hasta entonces el juego predilecto de la nobleza y la aristocracia, pasó a los cafés y las universidades. En ese momento, el nivel del juego mejoró de manera notable. Comenzaron a organizarse partidas y torneos con mayor frecuencia, y los jugadores más destacados crearon sus propias escuelas.

El ajedrez siempre se ha considerado un juego de reyes. Soberanos como los ingleses Eduardo III e Isabel I, los franceses Juan II, Luis XI y Luis XIII o los rusos Pedro el Grande e Iván el Terrible fueron grandes aficionados. Este último, de hecho, cayó muerto sobre el tablero mientras jugaba con su favorito, Boris Godunov. El ajedrez atrajo también a políticos como Juan de Austria, a pontífices como Gregorio XII y a pensadores como Rousseau, Voltaire, Leibniz o Erasmo de Róterdam, que discutía de filosofía mientras jugaba. Todos se vieron seducidos por un juego que se erige en metáfora de la guerra.

Pero, el juego del que surge el ajedrez se conoce como chaturanga. ¿En qué consiste este juego? El chaturanga se jugaba entre cuatro personas en un tablero de 64 casillas, todas del mismo color. Los bandos norte y oeste eran aliados y luchaban contra los bandos sur y este. Sus piezas eran el rajá (de movimiento similar al del rey actual), el consejero (equivalente a la reina), el elefante, el caballo (de idéntico movimiento al nuestro), el carro y los soldados (que iban hacia delante paso a paso, como los peones hoy). Estas cuatro últimas piezas tienen su equivalencia en el ejército indio de la época. No en vano, el término chaturanga (cuatro secciones) se refiere a una formación militar.

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