La decisión de empezar a ir al gimnasio puede ser complicada de tomar, a veces se hace porque se va acompañado y otras por motivo de salud, sin embargo, esta puede convertirse en una experiencia reconfortante o todo lo contrario. Si se va acompañado es importante saber que lo que sirve al otro puede no servir a uno mismo, cada cuerpo tiene unas necesidades.
Avanzar en el entrenamiento es cuestión de tiempo y uno debe de tomárselo en serio si su intención es avanzar y mantener la rutina en el tiempo. Cuando uno se apunta al gimnasio normalmente es porque quiere fortalecer los músculos y conseguir un cuerpo tonificado. Esto suele suceder a principio de año, como propósito de Año Nuevo, o justo antes del verano, donde se ve que hay más gente que acude a los gimnasios. Sin embargo, aunque uno de el 100% de uno mismo, no siempre se pueden conseguir los objetivos planteados, ya que puede que no sean del todo realistas.
Esto se debe por norma general a una razón: los típicos errores de los principiantes en el gimnasio. Eso precisamente es lo que suele impedir avanzar al principio, evolucionar y seguir confiando en los beneficios de hacer ejercicio de forma regular. Al comenzar una actividad nueva es muy probable que se cometan fallos de novatos. Errar es de humanos y cuenta como un proceso de aprendizaje.
Equivocarse en el gimnasio no es debería ser motivo de desánimo, lo que sucede es que en determinados casos un error puede causar una lesión o fractura. Por este motivo, es recomendable documentarse acerca de las cosas que se deben prevenir o que no se deben hacer. También es importante conocer cuáles son los fallos más corrientes que ocurren cuando una persona se inicia en el gimnasio, para tratar de no cometerlos.
A la hora de hacer una rutina de ejercicios, lo primero que se debe pensar es en la salud física y no en alcanzar resultados rápidos a nivel estético. Este consejo ayudará a conseguir una mejor calidad de vida y a aprender a disfrutar del entrenamiento. Algunos de los errores comunes son seguramente cuestión de mentalidad pero surgen en la mayoría de los casos.
Errores más habituales de los principiantes en el gimnasio
- Iniciar sin evaluación
Muchas personas toman la decisión de volverse físicamente más activas de un día para otro y su motivación es tan fuerte, que deciden empezar a entrenar sin conocer su condición física y estado de salud. Cuando esto ocurre, aumenta el riesgo de tener lesiones y enfermedades, especialmente en quienes ya las poseen. Aquellos que son aparentemente sanos pueden realizarse una evaluación física con un fisioterapeuta o entrenador especializado en ejercicio antes de ponerse a realizar ejercicio de fuerza por primera vez.
- No calentar
Cuando no se dedica tiempo a calentar, aumenta la posibilidad de lesionarse. El calentamiento permite que se aumente la temperatura corporal, preparando los músculos y las estructuras que conforman las articulaciones para realizar los esfuerzos durante la sesión. Si se quiere evitar una lesión, lo recomendable es dedicar entre 5 y 15 minutos al calentamiento, incluyendo ejercicios de movilidad articular, flexibilidad dinámica con estiramientos de corta duración y activación muscular, priorizando los músculos que más se exigirán durante la sesión.
- Improvisar
Cuando se realizan ejercicios sin comprender su técnica, el esfuerzo que exige o el nivel de entrenamiento que requiere, se asume el riesgo de lesionarse fácilmente. Hoy, por el auge de Internet, redes sociales, aplicaciones y páginas con vídeos de ejercicios, es fácil encontrar una infinidad de opciones para entrenar que aparentemente se adaptan a las necesidades de cada uno, pero no siempre es así. Para evitar realizar ejercicios sin estar seguros de su conveniencia, es necesario tener un programa de entrenamiento prescrito por profesionales del ejercicio y la salud, que incluya la prescripción de parámetros importantes como el tipo de ejercicio, la duración, la intensidad y el volumen de entrenamiento adecuado.
- Entrenar demasiado
Una persona que no está acostumbrada a entrenar, no puede esforzarse al máximo desde el primer día porque su cuerpo se agotará y perderá la motivación que le llevó a apuntarse al gimnasio. Lo más aconsejable es entrenar varias veces a la semana de forma suave para que los músculos puedan descansar y habituarse a este cambio.
- No utilizar la técnica más adecuada
Es fundamental aprender a hacer los ejercicios correctamente y dejarse guiar por los entrenadores para facilitar el proceso. Además, por norma general mucha gente tratará de ayudar en el gimnasio, pero lo mejor es fiarse solamente del entrenador. El motivo es que estos consejos suelen ser en ocasiones fallos o bien errores que están habituados hacer porque nunca los corrigieron; y no están conscientes que lo están haciendo mal.
Además, hay que cuidar la técnica independientemente de si se hace un ejercicio en máquina o con peso libre. La técnica correcta del ejercicio es lo que garantiza que no haya lesiones.
- No optar por la rutina de ejercicios idónea
Cada cuerpo es diferente y es preciso escoger una rutina de ejercicios acorde a los objetivos y el físico de cada persona. Por esa razón es muy importante dejarse asesorar por los profesionales y comenzar con sesiones fáciles para aumentar la fuerza poco a poco. Esto dependerá también del número de veces que se vaya al gimnasio por semana y el objetivo físico que se tenga, no es igual una persona que quiere adelgazar X kilos que uno que busca crecer muscularmente hablando.
- Falta de consistencia
Los principiantes, como no están acostumbrados a ir al gimnasio constantemente, tienden a faltar. La mentalidad de "solo faltaré un día porque tengo muchas cosas que hacer" puede convertirse en una bola de nieve que arrastra otras excusas. Faltar por no tener tiempo, pereza o tener muchas ocupaciones es una inconsistencia que definitivamente afectará tu desempeño. Uno debe comprometerse para poder ver resultados.
- Carecer de paciencia a la hora de ver los resultados
Todas las personas no experimentan el mismo cambio físico, por eso uno debe armarse de paciencia y marcar unos objetivos realistas que permitan llegar a la meta con el tiempo.
- Entrenar sin preocuparse por el estilo de vida
Si se pretende sustituir el sedentarismo por el gimnasio, no se deberían descuidar otros aspectos fundamentales de la vida como la alimentación. A la hora de empezar a hacer deporte también es importante asegurarse de llevar una dieta variada y equilibrada, y dormir 7 u 8 horas diarias para sentirse fresco y con energía cada mañana.