
Coral Bistuer se caracteriza por no morderse nunca la lengua. Siempre habla alto y claro para denunciar cualquier tipo de injusticia, como la que se comete con las mujeres mediante la regulación del deporte en la Ley Trans por parte del Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
Ahora los hombres deportistas trans que transicionan a mujer pueden competir contra mujeres biológicas, con las consiguientes ventajas para los primeros frente a las segundas: mayor masa muscular en los hombres que en las mujeres (entre un 30 y un 40 por ciento), menos grasa (un 30%), más altura, estructura ósea diferente, pulmones y corazón de mayor tamaño o más agresividad, sin olvidar que un hombre corre un 15% más rápido que una mujer o tiene entre un 50-100% más de fuerza, además de las evidentes diferencias en el tren inferior de las personas de uno u otro sexo.
"Nadie está diciendo que las personas trans no puedan hacer deporte. No seré yo quien les excluya, pero nosotras las deportistas lo que denunciamos es que al final una mujer biológica está compitiendo contra un hombre biológico y eso en el deporte es una ventaja para ellos abismal. En deportes como el ajedrez nos da igual, pero para correr, saltar o meter goles no es lo mismo", señala Coral Bistuer al respecto en una entrevista a Libertad Digital que ha girado en torno a la Ley Trans en el deporte.
Se trata, por tanto, de una forma de "adulterar la competición", como denuncia la madrileña, una deportista que, además de ser conocida por su exitosísima carrera en el taekwondo —ganó el Mundial de Barcelona’87, tiene cinco títulos europeos y conquistó la medalla de oro olímpica en los Juegos de Barcelona’92, cuando el taekwondo era entonces un deporte de exhibición—, también desempeñó el cargo de directora general de Deportes de la Comunidad de Madrid entre julio de 2021 y marzo de 2022.
"Es una verdadera aberración sobre todo para las mujeres. Están utilizando el trabajo que nosotras hemos venido realizando durante 80 años para que el deporte femenino sea reconocido como tal. Estas personas trans que transicionan a mujeres quieren pertenecer al deporte femenino porque es donde se encuentran cómodas. Lo único que pido es justicia", denuncia la madrileña.
Los casos más sonados
"¿Se imaginan ustedes a alguien que dice que se siente cojo y participa en categoría paralímpica sin serlo? ¿O a mí misma, compitiendo en taekwondo contra niños de siete años?", añade en este sentido Coral Bistuer. "No es lo mismo el verbo ‘ser’ que ‘sentir’. Y en el deporte se compite con las cualidades y con los cuerpos, no con los sentimientos", asegura la taekwondista, recordando el caso de deportistas trans como la nadadora Lia Thomas, la futbolista argentina Mara Gómez, la luchadora de artes marciales mixtas (MMA) Fallon Fox o la jugadora de balonmano Hannah Mouncey.
Sin olvidar tampoco lo que le sucedió a Payton McNabb, una jugadora de voleibol que ha sufrido gravísimas secuelas físicas (conmoción cerebral, paralización del lado derecho de su cuerpo...) tras recibir en la cabeza el brutal impacto del saque de una rival trans. "Van a seguir saliendo un montón de noticias de este tipo y el borrado de mujeres en los próximos años de las competiciones va a ser maravilloso", asegura en tono irónico. "Los legisladores quieren hacer una sociedad inclusiva para todos, para que todos podamos estar representados, pero con esta falsa inclusión lo que han conseguido es excluir a las mujeres. Las mujeres podrán competir, sí, pero ya no sólo no podrán ganar u optar al podio, con el problema que esto conlleva de no poder optar a becas. Y sobre todo que nos mandan al hospital en el primer asalto", denuncia Coral Bistuer.
Más claro, imposible. La que fuera competidora de taekwondo conoce perfectamente todas las vicisitudes por las que ha tenido que pasar y no quiere "que los derechos de los trans hagan desaparecer los míos, los de las mujeres biológicas". "Yo quería hacer rugby", recuerda sobre su juventud, "pero no encontraba 11 ó 14 personas para hacer un equipo y mucho menos a otras 14 descerebradas contra las que jugar. Lo pasé realmente mal: no teníamos ayudas, estábamos mal vistas y además nos insultaban: que si ‘machirulos’, ‘marimachos’... Hemos tenido que aguantar carros y carretas y ahora de un plumazo, porque alguien haga una ley sin preguntar, se cargan todo esto. ¿De verdad legislan a favor de las mujeres? No se puede excluir a las mujeres para favorecer a un colectivo como el trans", señala.
"Una vergüenza para las mujeres"
En este sentido, Coral Bistuer hace suya una frase que recientemente pronunció Martina Navratilova sobre la regulación en el deporte a favor de las personas trans, ya no sólo en España sino en todo el mundo. "Es una vergüenza para las mujeres", aseguró la extenista. Coral se hace eco de sus palabras y propone "soluciones" para hacer una competición justa, que las autoridades se sienten en una mesa junto a deportistas, hombres, mujeres y trans, además de entrenadores, médicos y psicólogos para "decidir cómo las personas vamos a hacer deporte porque al final se trata de eso, de personas".
"Todo el mundo tiene derecho a hacer deporte, pero nadie puede competir en una categoría que no le corresponde. No se puede perjudicar a ningún colectivo por favorecer a otro", señala una Coral Bistuer que denuncia que el Comité Olímpico Internacional (COI) "se ha puesto de perfil" en esta polémica de los deportistas trans. "Al final es demostrar quién salta más, quién corre más... pero siempre que haya un hombre compitiendo contra una mujer ya sabemos cuál es el resultado, va a haber spoiler en todos los campeonatos", sostiene.
Además, Bistuer denuncia el silencio de algunas deportistas mujeres en este asunto. "En mi época tuve que aguantar de todo para poder conseguir lo que por fin ha ido consiguiendo el deporte: antes las chicas querían ser como Cristiano Ronaldo, Messi o Raúl, y ahora tenemos referentes como Alexia Putellas, Carolina Marín o Mireia Belmonte. Por eso en cierta manera me siento con el derecho y la obligación de hablar sobre este tema, porque yo sé lo que es poner el deporte femenino en el mapa después de cómo se me trató en este país por practicar un deporte de patadas y puñetazos. Como yo sé lo que nos ha costado, después de haber transitado por el desierto durante muchos años, al menos lucho para que no destrocen el deporte femenino y alzo la voz para que las mujeres podamos seguir haciéndolo".

