Las altas temperaturas ambientales que tienen lugar en muchos países del planeta durante el verano, especialmente asociadas con humedad, disminuyen el rendimiento deportivo sobre todo en deportes de resistencia. Hay que recordar que los Juegos Olímpicos 2024 se celebran desde julio en Francia.... ¿Afectarán las altas temperaturas del verano francés a los deportistas? Es posible que afecte, especialmente a la hora de batir récords. El motivo es tan claro como que, al hacer ejercicio intenso, el cuerpo eleva la temperatura y utiliza la piel y la transpiración para evaporar agua y ajustar la temperatura. Por ello, quienes hacen ejercicio en condiciones de calor extremo tienen más probabilidades de deshidratarse y de presentar alguna enfermedad relacionada con el calor.
Generalmente, cuando uno se ejercita bajo calor extremo suele sufrir una deshidratación que es que el cuerpo pierde agua y electrolitos a través del sudor, algo que termina afectando al rendimiento deportivo y aumentar el riesgo de lesiones. Pero además, si la exposición es prolongada se puede sufrir un golpe de calor que es una afección médica grave que puede ocurrir cuando el cuerpo no puede regular su temperatura en condiciones de calor extremo. Finalmente, hay que tener en cuenta que las altas temperaturas pueden aumentar el estrés fisiológico y disminuir el rendimiento deportivo.
Por ello, los competidores olímpicos pueden verse expuestos a desvanecimientos o golpes de calor, si la temperatura ambiental es excesivamente calurosa. Hay que destacar que en condiciones normales, el cuerpo tiende a auto regularse, sin embargo, si se hace ejercicio y la temperatura es alta, los sistemas de enfriamiento del cuerpo pueden fallar con más facilidad.
Pero, ¿Cómo afecta realmente el calor a los deportistas? Una de las principales formas en que el calor extremo afecta a los atletas es a través de la deshidratación. El motivo es que la sudoración excesiva, necesaria para regular la temperatura corporal, provoca la pérdida de fluidos y electrolitos esenciales. Esto puede llevar a una disminución en la capacidad aeróbica, fuerza y resistencia. ¿Cómo reconocer una deshidratación? Los síntomas de deshidratación suelen ser mareos, fatiga y calambres musculares, algo que puede reducir significativamente el rendimiento de un atleta.
El calor también incrementa el riesgo de golpe de calor, una condición potencialmente fatal que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura. Los signos incluyen confusión, desorientación, pérdida de coordinación y, en casos severos, pérdida de consciencia. Hay que destacar que los deportes que requieren equipamiento pesado, como el fútbol americano, o aquellos que se juegan en superficies que retienen calor, como el tenis, son más peligrosos.
Consecuencias de las altas temperaturas en el deporte
- Golpe de calor: Ocurre cuando la temperatura del cuerpo es mayor de 40º, debido a una alta temperatura ambiental o haber realizado un ejercicio intenso sin una buena hidratación. Las principales consecuencias son el desmayo y la pérdida de conocimiento y en algunos casos puede provocar daños neurológicos irreversibles. Para prevenir un golpe de calor es necesario beber mucha agua antes y durante la práctica deportiva. Pero además, si se practica deporte en las horas centrales del día, es recomendable taparse la cabeza con una gorra o pañuelo y no someterse a cambios bruscos de temperatura.
- Calambres: Se produce por la insuficiente oxigenación de los músculos y pérdida de líquidos y sales minerales. Son contracciones musculares dolorosas, sin embargo, el deportista puede que no lo note hasta que no baje el ritmo o se enfríe el cuerpo. Tomar alimentos con sodio, y masajear los músculos son las mejores soluciones.
- Agotamiento: Se produce debido a la deshidratación. Aunque puede parecerse al golpe de calor, experimenta otros síntomas, como dolores de cabeza, vómitos y debilidad.
¿Cuánto puede disminuir el rendimiento?
Además del impacto fisiológico, el calor extremo afecta la estrategia del juego y la organización de los eventos deportivos. El motivo es que los entrenadores y atletas deben ajustar sus tácticas, considerando pausas más frecuentes para hidratación y descanso, también las competiciones pueden ser reprogramadas para horas más frescas del día, o incluso pospuestas, para garantizar la seguridad de los participantes.
Hay que tener claro que no solo afecta al físico sino que el rendimiento cognitivo también se ve afectado por el calor extremo. Esto quiere decir que la toma de decisiones, tiempos de reacción y concentración pueden deteriorarse, lo que influye en deportes que requieren precisión y rapidez mental, como el fútbol, baloncesto o deportes de motor. Según algunos estudios, el calor puede conducir a una disminución del 10-15% del rendimiento, especialmente en aquellos deportistas que no hayan hecho una buena aclimatación al calor, por lo que es un poderoso rival a la hora de mejorar las marcas en algunas modalidades deportivas.
Disciplinas más afectadas
Los efectos negativos de la deshidratación se manifiestan independientemente de la modalidad y de la intensidad del ejercicio, pero los efectos del estrés térmico dependen de la especialidad deportiva y de las características individuales. Cierto es que hay una serie de disciplinas olímpicas que pueden verse más afectadas que otras. Por ejemplo el fútbol, el motivo es que, debido a la intensidad y duración del juego, los jugadores están expuestos a altas temperaturas y un alto riesgo de golpe de calor. Por supuesto, las carreras de fondo 3000, 5000, 10000 metros y más, como maratones o de mayores distancias, pueden ser especialmente peligrosas en condiciones de calor. ¿Por qué estas son especialmente peligrosas? Porque los atletas que participan en estas carreras están expuestos a altas temperaturas durante un período prolongado, lo que aumenta el riesgo de golpe de calor.
Así mismo, aquellos deportes que involucran un esfuerzo físico intenso y prolongado, como el ciclismo de larga distancia, voleibol de playa, el triatlón, pentatlón o decatlón, beisbol, escalada, también pueden aumentar el riesgo de golpe de calor en los atletas.
Síntomas de un golpe de calor
- Fiebre superior a 40 grados Celsius
- Cansancio y fatiga desmedida
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Cambios en el estado mental o comportamiento, como confusión o desorientación
- Aturdimiento y mareos
- Sudoración excesiva al principio, seguida de falta de sudoración
- Piel caliente y seca
- Enrojecimiento y sequedad de la piel
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Dificultad para hablar o comunicarse correctamente
Cómo se trabaja la preparación al calor
- Aclimatación al calor: La aclimatación al calor es un componente importante de la preparación de los deportistas para rendir bajo condiciones de estrés térmico. Este entrenamiento incluye exposiciones repetidas que elevan la temperatura central del organismo, la temperatura de la piel y la tasa de sudoración, y también aclimatación mediante exposición pasiva al calor ambiental o el estrés por calor inducido por el entrenamiento. Hay que recordar que la aclimatación debe iniciarse, al menos, dos semanas antes de la competición.
- Hidratación óptima: Las prácticas de hidratación óptimas son también componentes importantes de la preparación de los deportistas para rendir bajo condiciones de estrés térmico. De hecho, las prácticas de hiperhidratación antes del ejercicio prolongado en el calor, así como las estrategias óptimas de hidratación durante el entrenamiento y/o la competición pueden aportar a los deportistas mejoras del rendimiento deportivo. Esto es porque, como se ha mencionado anteriormente, la deshidratación causa un mayor incremento de la temperatura corporal y de la frecuencia cardíaca así como el empeoramiento del rendimiento, en comparación con la situación en la que los sujetos ingieren líquidos durante el ejercicio. Pero además, algunas de las estrategias de hidratación óptimas consisten en intervenciones de enfriamiento previo para reducir la temperatura central del deportista antes y/o durante la competición. La aplicación externa y/o la ingesta de varias modalidades de frío que incluyen aire, agua y/o hielo, por separado o combinadas, inmediatamente antes del ejercicio.
Pero ya no solo eso sino que, lo más importante es limitar las actividades al aire libre, especialmente en el medio del día cuando la luz solar llega con mayor abundancia. Además, a los atletas y personal de campo también se les recomienda aplicarse filtro solar, programar los ejercicios y las prácticas más temprano o más tarde en el día, controlar el ritmo de la actividad, beber más agua que de costumbre y prestar atención al estado de un compañero de equipo.
Finalmente, para hidratarse adecuadamente durante la práctica deportiva en condiciones de calor, se pueden seguir las siguientes recomendaciones: Beber agua regularmente, antes, durante y después de la práctica deportiva. Además, se recomienda beber pequeñas cantidades de agua cada 15-20 minutos durante la actividad física y utilizar bebidas deportivas. Por supuesto, cuando haya temperaturas extremadamente altas es importante evitar el consumo excesivo de bebidas con cafeína o alcohol ya que pueden tener un efecto diurético y aumentar la deshidratación.