Apuntarse al gimnasio es uno de los primeros pasos para cambiar el cuerpo y la mente. Habitualmente aquellos que solo acuden por motivación lo terminan dejando. De hecho, lo más común es que se empiece con ganas la primera semana, la segunda ya se empieza a faltar algún día y.... se termina abandonando definitivamente. Pero no es un mito sino que se calcula que casi el 80% de las bajas en el primer semestre se produce en los dos primeros meses. En algunos casos puede ser por un problema real de tiempo, pero en la mayoría de las ocasiones se debe a la ausencia de motivación o a que no se ha planteado bien el entrenamiento.
La actual proliferación de entrenadores personales online y a domicilio puede ser una de las razones por las que muchas personas no saben "por dónde tirar" cuando empiezan a entrenar es que la mayoría de los gimnasios ya no tienen entrenadores de sala que ayuden a saber cómo empezar cuando uno se apunta por primera vez a un gimnasio. Pero el problema no es otro que, al entrenar individualmente, no se puede saber si se está realizando correctamente un ejercicio o no. De hecho, la mayor parte de las veces, lo que se puede pensar que es lo más adecuado en realidad no lo es.
Pero, ¿qué es lo que se necesita para ir a un gimnasio y no abandonarlo? Lo primero de todo y más importante es la fuerza de voluntad, sin ello, por mucha ayuda que se busque, no se logrará aguantar muchos meses o años apuntado a un gimnasio. Sin embargo, puede resultar mucho más fácil encontrar ganas y motivación si se sabe cómo organizarse o qué tipo de entrenamientos hacer y así no dejarlo todo a medias. Pero, ¿cómo mantener la motivación? Existen ciertos detalles para mantenerse con ganas y no tirar la toalla después de pocas semanas.
¿Es normal perder la motivación para ir al gimnasio?
Perder la motivación es completamente normal, sobre todo cuando se trata del fitness. En general en la vida, todo el mundo sufre altibajos y lo mismo ocurre con el ejercicio. Así que no hay que desanimarse ante un bajón y esto conlleva que uno se pierda una o dos sesiones de entrenamiento, ya que faltar uno o dos días al gimnasio no afectará al progreso general. Ahora bien, si existe desmotivación es importante dar un paso atrás y pensar cuál puede ser el motivo.
Esto es porque, tras analizar la situación con perspectiva, se podrá tomar una decisión firme sobre cuál es la mejor forma de recuperar la motivación. Puede que se necesiten hacer algunos cambios en el estilo de vida, cambiar la rutina de ejercicios o replantearse los objetivos. Estos periodos de reflexión son una oportunidad muy valiosa para hacer balance y hacer los cambios necesarios.
Consejos para no abandonar el deporte
Mantener la motivación para no dejar el gimnasio puede ser un reto, especialmente cuando la rutina se vuelve monótona o los resultados no son inmediatos. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar a perseverar y disfrutar del proceso, logrando que el ejercicio se convierta en un hábito duradero. Consejos para mantener la motivación:
- Seleccionar una actividad motivadora: Para dar el primer paso hacia el gimnasio y ser constante en las sesiones posteriores, se debe encontrar una multiplicidad de actividades que sean del agrado del practicante. Hoy en día, el entrenamiento para cualquier grupo muscular exhibe alternativas estáticas y dinámicas que pueden ajustarse a muchas preferencias. Asimismo, la elección debe compaginarse con los objetivos de cada uno y lo mejor es seguir un programa. El running, las clases grupales, el entrenamiento de intervalos de alta intensidad y el rope training solo son algunas de las iniciativas capaces de elevar la motivación.
- Tener una hoja de ruta: Es importante contar con un entrenamiento diseñado de forma competente para los objetivos concretos en función de cómo es cada uno. El motivo es que tener una hoja de ruta competente dará la motivación necesaria para los momentos de flaqueza. Siempre hay que tener presente que si se entrena de forma competente los resultados llegan y es evidente que lleva su tiempo. Una buena idea para evaluar si se progresa o no es tener marcadas metas volantes.
- Establecer metas realistas y alcanzables: Es crucial tener objetivos claros que guíen en el camino del deporte. Por ello, una opción es, en lugar de centrarse solo en metas a largo plazo, como perder 10 kilos o aumentar la masa muscular considerablemente, se deben establecer pequeños logros semanales o mensuales. Estos hitos más manejables, ayudarán a sentirse más motivado al ver avances constantes.
- Variar los entrenamientos: Hacer siempre lo mismo puede llevar al aburrimiento y la pérdida de interés. Por ello, se pueden probar diferentes tipos de ejercicios, como clases de yoga, entrenamientos funcionales, natación o ciclismo. Cambiar la rutina no solo mantiene la motivación, sino que también ayuda a trabajar diferentes grupos musculares y a evitar el estancamiento físico.
- Llevar un registro del progreso: Mantener un diario o usar una aplicación para registrar los entrenamientos, lo que permitirá ver los avances con el tiempo. Ver cómo se va mejorando, ya sea en resistencia, fuerza o flexibilidad, dará la motivación necesaria para seguir adelante.
- Encontrar un compañero de entrenamiento: Tener a alguien con quien entrenar puede ser una excelente fuente de motivación. El motivo es que un compañero de gimnasio anima, reta a mejorar y, lo más importante, hace responsable. Es más difícil saltarse una sesión cuando se sabe que alguien más cuenta con uno.
- Utilizar la música como aliada: Según un estudio, hacer ejercicio con música mejora la potencia aeróbica y anaeróbica, además de las emociones y la motivación. Lo aconsejable es optar por ritmos rápidos con los que se pueda armonizar las repeticiones. Esto hará factible conseguir una mayor intensidad durante suficiente tiempo.
- Recompensas: No todo debe ser esfuerzo sino que es importante establecer pequeñas recompensas cuando se logren ciertos objetivos. Puede ser algo sencillo, como un masaje, una comida saludable especial o comprarte nueva ropa deportiva.
- Cumplir 48 días de entrenamiento: Este es el plazo correcto que se debe seguir para ver que el cuerpo se adapte al nuevo hábito, para ver resultados de verdad, y así aumentar la motivación.