
Faltan apenas dos semanas para que llegue la Navidad y con ella las reuniones familiares. Pero antes seguro que hay marcado en el calendario cenas de amigos, compañeros de trabajo o padres del cole... actualmente la Navidad se relaciona con comidas y cenas abundantes. Con tanto ajetreo social es complicado encontrar un equilibro entre disfrutar de la comida y mantener el peso corporal. Pero es importante recordar en todo momento que tener una relación sana y flexible con la comida significa nutrirse adecuadamente, y disfrutar sin caer en excesos ni experimentar culpa. Generalmente, es común aumentar entre uno y dos kilos de peso durante estas fechas, algo que no debería convertirse en un problema si se establecen metas alcanzables y se recuerda que las fechas clave son el 24, 25, 31, 1 y 6. ¿Qué hacer para cuidar el peso ahora que vienen las comidas copiosas?
En primer lugar, es importante adoptar una mentalidad flexible. No hay que olvidar que la Navidad es un momento para disfrutar, y privarse completamente de los alimentos favoritos puede generar frustración. Por ello, en lugar de enfocarse en restricciones extremas, practicar la moderación es clave. Esto significa saborear los platos más deseados, pero en porciones razonables. Escuchar las señales de hambre y saciedad del cuerpo ayuda a evitar excesos innecesarios.
También es importante evitar compensar calorías, especialmente de los días señalados. Pasar hambre para disfrutar de una buena comilona ya no es una opción. De hecho lo ideal es levantarse y hacer un desayuno normal y corriente, el que se suele hacer cada día o bueno, o, al menos, en su versión más saludable. Por otro lado, el ejercicio puede ser un aliado esencial para contrarrestar el impacto de las indulgencias navideñas. Incorporar actividades físicas, incluso en medio de la ajetreada agenda festiva, no solo ayuda a quemar calorías, sino que también mejora el estado de ánimo y reduce el estrés. Opciones como caminatas en familia, sesiones de yoga, o ejercicios en casa pueden integrarse fácilmente sin requerir demasiado tiempo.
Además, hay que tener en cuenta que un factor determinante para mejorar las digestiones y, por lo tanto, para sobrellevar las comidas pesadas de estos días es, sin duda, el ejercicio físico. Es normal que entre tantas reuniones familiares sea complicado sacar tiempo para ello, pero cualquier rato es importante en nuestra salud. No hay que matarse a entrenar, pero ser constantes con la actividad física, salir a caminar y mantenerse activo, ayuda muchísimo a mitigar todo lo que se conoce como el metabolismo de los alimentos, que es cómo eso se distribuye lo que se come a lo largo del cuerpo y cómo se absorbe.
Es recomendable planificar con anticipación. Por ejemplo, si se sabe que habrá una cena copiosa, se debe intentar incluir una sesión de ejercicio ese día para equilibrar. Asimismo, mantenerse hidratado y optar por opciones más ligeras durante el resto del día puede ayudar a manejar el consumo calórico. Otra idea es confiar en los probióticos. El bicarbonato o la sal de frutas son un parche muy habitual para mitigar el acidez de esos atracones. Pero hay remedios naturales mucho más efectivos. Lo que son probióticos y fruta, todo lo que tenga que ver con kéfir, yogures naturales y fruta, por ejemplo, la papaya es una buena forma también de aliviar bastante la digestión.
Más consejos para las Navidades
- Comer despacio y en pequeñas cantidades: Parece una tontería, pero la ansiedad aumenta a media que se come más deprisa. Con esta mala práctica no se saborea bien la comida, no se mastica adecuadamente y no se disfruta en la mesa. Todo esto, conllevará a una digestión muy pesada. Por ello, lo ideal es que cada uno se tome su tiempo en comer, en disfrutar de los majares, saborear cada bocado y saber cuándo parar de comer una vez que el estómago esté lleno.
- Optar por recetas más ligeras: Si durante el año uno se ha acostumbrado a comidas más saludables y ligeras, se puede considerar mantener ese enfoque durante las fiestas. Los asados y parrillas con especias o aliños cítricos son opciones deliciosas que agradarán a los invitados y serán más fáciles de digerir, evitando molestias como hinchazón o pesadez.
- Beber mucha agua: Frente a una comida copiosa es importante tomar agua antes y durante la comida. El motivo es que esta ayudará a ingerir los alimentos y tener una buena digestión.
- Evitar beber alcohol en exceso: Es importante saber que el alcohol es antisaciante, de manera que cuanto más se bebe, menos consciente es uno de lo que está comiendo. Hay que tener cuidado con la cantidad de vino que se toma durante la comida o cena, ya que al final de la velada, puede convertirse en una tortura para el estómago.
- Adiós al falso mito del ayuno: Hay que olvidarse completamente del mito "saltarse una comida para dejar hueco a una grande". Con esta acción no sólo se consigue alterar el metabolismo del cuerpo, sino aumentar la ansiedad por comer al haber permanecido con el estómago vacío durante horas antes de sentarse a la mesa.
Entrenamiento clave en la época navideña
A la hora de realizar un buen entrenamiento post Navidad, además de caminar o correr que son buenas opciones que se adaptan al nivel de cada persona, se puede reforzar este proceso con ejercicios o deportes como el tenis, el fútbol, el padel o incluso acudir al gimnasio regularmente.
También se puede empezar a hacer una tanda de ejercicios para mantener el cuerpo en plena forma. Estos pueden realizarse tanto en la intimidad del hogar como en un gimnasio. Los básicos como los abdominales o las flexiones, además de las sentadillas son siempre las mejores opciones para estar en plena forma y evitar la acumulación de grasas en determinadas partes del cuerpo.
Sin salir de casa pueden hacerse jumping jacks o escalada en el suelo, son buenas opciones para moverse sin excusas. Los jumping jacks son todo un clásico que ayuda a mover piernas y brazos. Igual que este tipo de escalda de suelo con la que se apoyan los brazos y va subiéndose y bajándose las piernas. Pero no hace falta pasarse horas en el gimnasio o corriendo para que la Navidad no cause estragos en el cuerpo sino que una actividad continuada de unos 30 minutos será suficiente.
Además, antes de empezar a hacer ejercicio de forma compulsiva, hay que analizar la situación. Es importante ser consciente de lo que se ha comido, pero, sobre todo, analizar el cuerpo, pesarse para saber si se ha ganado peso o no. También hay que recordar que en Navidades uno tiende a moverse más, si se camina de un sitio a otro o se eliminan algunas comidas de la lista será más fácil el post comilonas. Pero además, el ayuno intermitente se ha convertido en un buen aliado del control de los kilos de más que puede intentar ponerse en práctica para eliminar los excesos.

