Jorge Lorenzo por fin puede respirar tranquilo. El expiloto balear, campeón del mundo de MotoGP en tres ocasiones (2010, 2012 y 2015) y actual comentarista del Mundial en la cadena DAZN, acaba de poner fin a la "pesadilla" y "caza de brujas" que ha vivido por parte de la Agencia Tributaria, con el cierre de la última carpeta (la del año 2016) de la inspección que el fisco le abrió.
Después de una dura batalla legal de cinco años y medio, el mallorquín se ha librado de pagarle 11 millones de euros a la Hacienda española, contra la que arremete muy duramente en un comunicado que ha dado a conocer a través de sus redes sociales.
Recientemente ha salido publicada en diversos medios una serie de noticias sobre los contenciosos que he mantenido con la Hacienda Española. Quiero escribiros unas breves líneas para daros mi visión de lo sucedido. pic.twitter.com/AREJiq3ui9
— Jorge Lorenzo (@lorenzo99) January 9, 2023
Todo comenzó en junio de 2017 a raíz de una inspección abierta por la Agencia Tributaria, después de que el piloto, que ha ganado un total de cinco mundiales (también fue campeón de 250cc en 2006 y 2007), se fuera a vivir a la ciudad suiza de Lugano. "Me fui, como otros muchos deportistas, por la tranquilidad que me ofrecía la localidad (...) y por supuesto también valoré positivamente el régimen fiscal mucho más razonable y menos agresivo y confiscatorio que el de otros sitios", empieza diciendo Lorenzo en clara alusión a España, pese a que no cita a nuestro país.
Así, el balear pasa a explicar cómo se inició la investigación por parte de Hacienda. "En junio de 2017 la Hacienda Española abrió una inspección tributaria desafiando mi condición de residente fiscal suizo. La inspección acabó abarcando del 2013 al 2016", apunta. "A pesar de que las autoridades suizas insistían en que mi situación era perfectamente legal, la Hacienda Española siempre cuestionó todo. Así, envió cientos de requerimientos a mis patrocinadores y equipos, buscando no sólo información, sino mi descrédito frente a la opinión pública, haciéndome aparecer en los medios como un defraudador. Llegaron incluso a enviar unos emisarios al propio paddock para forzarme a firmar una documentación", relata.
Jorge Lorenzo explica que "me asaltaron y bloquearon mi salida cuando me dirigía a subirme a la moto minutos antes de empezar una carrera" e "igualmente, tuve que adelantar el dinero que me exigían, para evitar embargos y situaciones humillantes (como aparecer en las listas de morosos). Un auténtico escarnio", añade.
Según el balear, lo ocurrido le afectó tanto personalmente como profesionalmente. "He sufrido mucho estos cinco años y medio. Como profesional, siempre he tratado de permanecer concentrado en las carreras aislándome del ruido de terceros. Pero debo reconocer que la presión y angustia que me generó esta injusta y retorcida persecución de la Hacienda Española acabó afectándome en mi vida personal y profesional. Llegaron a derrotarme anímicamente. Lo que otros competidores no pudieron", afirma.
Hace año y medio, a finales de junio de 2021 y una vez que ya estaba retirado de la competición, el balear asegura que "por fin" vio la luz. "El Tribunal Económico Administrativo Central dio la razón a mi abogado respecto de los años 2013, 2014 y 2015. Una contundente resolución anuló las liquidaciones que me habían girado indebidamente. Y naturalmente, me devolvieron el dinero que yo había adelantado", ha explicado. "Ahora bien, nunca hubo ningún tipo de reparación del daño causado. Ninguna indemnización por los perjuicios. Ni una disculpa, pública o privada, carta o llamada. Nada", lamenta.
En diciembre de 2022, un nuevo pronunciamiento judicial —esta vez por parte del Tribunal Económico Administrativo Regional de Cataluña— le volvió a dar la razón respecto al año 2016, el último de los investigados. "Confío que con ello se acabe ya esta pesadilla", manifestó Lorenzo.
El expiloto señala que los impuestos son "necesarios" y que si el dinero es bien gestionado por la Administración ("no siempre es el caso"), contribuir es algo de lo que uno "se enorgullece". "Pero lo que es también innegable es que los impuestos hay que pagarlos allí donde se viva. La Hacienda Española inició una caza de brujas y creyó encontrar un cabeza de turco. Se equivocaron. Eso sí, nadie me va a devolver las noches sin dormir ni la paz que necesitaba para concentrarme en los circuitos", concluyó Jorge Lorenzo.
