
La reciente victoria del motociclista Marc Márquez en el campeonato del mundo de MotoGP ha provocado una profunda decepción en el separatismo más radical. Muchos independentistas no soportan que el piloto de la localidad ilerdense de Cervera haya ondeado la bandera de España en su vuelta triunfal en el circuito de Motegi, en Japón.
Josep Lluís Alay, el jefe de gabinete que la Generalidad paga a Puigdemont como expresidente de la Generalidad a pesar de su condición de prófugo, no ha tenido ningún reparo en insultar gravemente al deportista catalán en la red social X. Sobre una imagen de Marc Márquez sobre su moto y con la bandera de España al viento, el asistente de Puigdemont ha escrito: "En la lucha por la libertad de un pueblo y su liberación nacional, lo peor de todo siempre son los traidores".
Márquez, nueve veces campeón mundial en la máxima categoría de las motos, no goza de predicamento en la Cataluña separatista por su propensión a celebrar sus grandes victorias con la bandera nacional. Le ocurre lo mismo a Àlex Palou, el cuatro veces campeón de la IndyCar, a quien el separatismo también ha "cancelado" por exhibir la bandera de España en sus victorias y por llevar los colores nacionales en su casco.
Tras el golpe de Estado separatista de 2017, el independentismo rebajó la presión sobre los deportistas catalanes para que se manifestaran a favor de una república catalana. La gran mayoría eludieron las "invitaciones" separatistas a formar parte del movimiento. En algunos casos presumiendo de su condición de españoles en lo alto de los podios.

