Jeep presentará en el Salón de Nueva York el Grand Cherokee Trackhawk, un deportivo que se esconde bajo la apariencia de un crossover y que se pondrá a la venta en Estados Unidos a finales de este año. No se sabe si llegará a Europa, donde se posicionaría por encima del Grand Cherokee SRT8, con 475 CV de potencia.
El Grand Cherokee Trackhawk equipa un motor 6.2 V8 capaz de generar nada más y nada menos que 717 caballos de potencia. Se combina con una transmisión automática de 8 velocidades y con un avanzado sistema de tracción a las cuatro ruedas, que puede variar la entrega de par entre sus ejes dependiendo del programa de conducción elegido.
Y, aunque pesa 2.433 kilos, se permite acelerar de 0 a 60 millas por hora (96 km/h) en tan sólo 3,5 segundos y su velocidad máxima es de 290 km/h. Además, Brembo ha desarrollado para esta ‘máquina’ un sistema de frenos con discos de 400 milímetros y pinzas de seis pistones, delante, y discos de 350 milímetros y pinzas de cuatro pistones, detrás. Gracias a ello puede frenar de 100 a 0 km/h en sólo 34,7 metros.
El cliente podrá elegir entre llantas de aluminio fundido o de aluminio forjado. Ambas son de 20 pulgadas, pero las últimas ahorran 5,4 kilos de peso. Su interior es propio de un deportivo, con asientos envolventes de cuero, molduras de carbono, selector de modos de conducción, pantalla de 8,4 pulgadas con sistema de telemetría, etc. En Estados Unidos, su precio podría rondar los 85.000 euros, poco si se compara con los casi 200.000 euros que cuesta un Porsche Cayenne Turbo S, con 570 CV.
Más información del Jeep Grand Cherokee Trackhawk.