Más de 200.000 personas en todo el mundo ya saben lo que significa viajar y recorrer kilómetros en una berlina elegante y confortable, pero de aire deportivo, tanto por su estilo como por sus motores y tecnologías. El Audi A7 Sporback fue uno de los primeros sedán coupé del mercado y ahora presenta su segunda generación, con muchos argumentos para dar respuesta a una competencia que ha crecido y que cuenta con modelos como el Mercedes CLS, el BMW Serie 6 Gran Coupé o el Porsche Panamera.
Con una longitud de casi 5 metros y una altura de solo 1,4 metros, la silueta del A7 es la de un sedán deportivo que en su interior ofrece una gran amplitud, incluso en la altura al techo en las plazas traseras. Y ese habitáculo cuenta con una calidad de acabados de altísimo nivel y un confort de marcha digno de la mejor berlina de lujo. No en vano, el Audi A7 Sportback cuenta con elementos como la tracción quattro de serie, la dirección activa a las cuatro ruedas o la suspensión de amortiguación variable, con los que se garantiza confort y seguridad.
Por el momento, solo se ofrece con dos motores (más adelante llegarán propulsores de cuatro cilindros), uno diésel y otro de gasolina. El diésel 50 TDI, con 286 caballos, acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, mientras que el gasolina 55 TFSI desarrolla 340 caballos para pasar de 0 a 100 km/h en solo 5,3 segundos. La deportividad, por tanto, está garantizada. Y la vanguardia tecnológica también, sobre todo en cuanto a sistemas de ayuda a la conducción, pues ofrece nada menos que 39 asistentes manejados por un controlador central que analiza los datos obtenidos por cinco sensores de radar, un escáner láser, una cámara frontal, cuatro cámaras de visión 360 grados y doce sensores de ultrasonidos. Los precios parten de 76.860 euros para el diésel y llegan a los 81.520 del gasolina.