Con el auge de los SUV, el mercado parece dejar a un lado modelos que han brillado por su versatilidad y grandes capacidades. Así, los monovolumen como el Galaxy o los familiares de gran tamaño como el S-Max han perdido fuelle frente a modelos como el Kuga o el nuevo Explorer. Pero en Ford no se resignan y han apostado, de nuevo, por una actualización de estos dos modelos.
Los renovados Galaxy y S-Max renuevan su imagen y adoptan elementos de las lujosas versiones Vignale. Cuentan con tres acabados –Trend, Titanium y ST-Line– que ahora serán más fáciles de diferenciar. Y en el interior tiene nuevos asientos que se pueden ajustar nada menos que en 18 posiciones.
Pero los cambios principales están bajo el capó, donde se estrena una gama de motores EcoBlue. Con el mismo bloque diésel de dos litros de cilindrada, su potencia oscila entre 150 y 240 caballos, con una variante de 190 caballos en el centro de la gama. El propulsor se combina con un cambio manual de seis marchas o automático de ocho velocidades.
Más información de los nuevos Ford Galaxy y S-Max.