Este imponente e, incluso parado, aterrador deportivo, es el AMG GT Black Series, una bestia que Mercedes ha estado preparando durante bastante tiempo y que se basa en los coches de competición GT3 y GT4.
Bajo el capó se esconde un V8 biturbo de 4 litros que genera una potencia de 730 CV y un par motor que alcanza los 800 Nm. Todo ello se transfiere mediante una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades, que además ha sido reforzada para aguantar semejante energía. Con todo esto, el AMG GT Black Series es capaz de pasar de 0 a 100 en 3,2 segundos, alcanzando como punta de velocidad los 325 km/h.
Estructuralmente, el deportivo alemán cuenta con muchos elementos en fibra de carbono, con su consiguiente reducción de peso además de la firmeza que aporta ese material. Entre lo más destacado fabricado con este material encontramos paneles, capó, techo, faldones, maletero, spoilers, alerón... Hablando de este último, se presenta en la tapa del maletero de manera descomunal y puede ser ajustado manual o automáticamente.
En su interior, el AMG GT Black Series goza de unos asientos deportivos en fibra de carbono y recubiertos en cuero Nappa y gamuza, así como el volante deportivo, también en este material. Si lo queremos, podemos adquirir un paquete opcional llamado AMG Track Package, que nos añade cinturones de cuatro puntos, un extintor y una jaula antivuelco hecha de titanio.
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