Estos revitalizados Mini se pondrán a la venta en Europa el próximo mes de marzo y, aunque siguen siendo reconocibles hasta con los ojos cerrados, sí que estrenan novedades en diseño que los hacen cambiar respecto a la anterior generación.
En el frontal lucen un nuevo diseño, con una parrilla que combina inserciones en cromo y negro, dándole un aspecto de frontal más agresivo y grande, aunque a mi se me parece a la boca de una carpa...
Dependiendo de la versión elegida por el cliente, el paragolpes frontal lucirá de una manera u otra. Y es que se han eliminado las luces antiniebla de la zona inferior del parachoques, ya que ahora van incorporadas en los pilotos superiores, viéndose sustituidas por unas entradas de aire en forma de triángulo que habrá que ver si son reales en todas las versiones, aunque al menos en el Cooper S sí que lo son. Hablando de este último, si nos decantamos por esta deportiva versión, también se añaden unas entradas de refrigeración en forma trapezoidal de gran tamaño que le aportan un aire más musculoso.
En el lateral tenemos nuevos pasos de rueda y una moldura que integra el intermitente con tecnología LED y cinco nuevos diseños de llantas; de 17 y 18 pulgadas. Detrás estrenan nuevo paragolpes, mantienen los pilotos con la bandera Union Jack y se añade en la zona central inferior una pequeñísima, pero potente, luz LED antiniebla.
Dando el salto al interior, el coche cuenta con nuevos tapizados, salida de aire renovadas, molduras nuevas y una ergonomía del tablero que ha sido mejorada. El volante también es nuevo y el gran reloj central y su pantalla de 8,8 pulgadas lucen ahora un anillo grabado con láser que cuenta con iluminación ambiental.
Mecánicamente hablando no hay sorpresas: el Mini One tendrá 102 CV, el Cooper 136, el Cooper S 178, el John Cooper Works 231 y el Electric 184.