La Inspección Técnica de Vehículos es uno de los momentos clave del año para multitud de coches que circulan por las carreteras españolas. De este modo, tener todo en orden en relación a cada vehículo es esencial para no sufrir gastos imprevistos derivados de un mal resultado por parte de los profesionales de tráfico. Según informes, hay varios problemas comunes que pueden conllevar a no superar la inspección, pero pocos como el 20% de los vehículos que no la superan en España debido a defectos en el sistema de iluminación.
Por este motivo, resulta esencial revisar con frecuencia los faros, tanto traseros como delanteros del coche para evitar cualquier tipo de inconveniente en este sentido. AUTODOC informa que, si los faros están apagados o empañados, puede ser necesario reemplazar la lente del faro o pulirlo, por lo que es una medida importante a tener en cuenta antes de que llegue la fecha de la ITV para evitar problemas con este aspecto.
Cómo tener un buen mantenimiento en los faros del coche
Para poder contar con un buen mantenimiento de los faros del coche, hay varios métodos que se pueden seguir para obtener el mejor resultado posible. No obstante, también es esencial conocer los errores que se deben evitar para no empeorar la situación. Un consejo de AUTODOC: nunca limpie las lentes del faro con un paño o bayeta secos: esto podría causar rasguños en su superficie, por lo que es importante contar con el material adecuado para un mantenimiento óptimo de una zona tan delicada del coche.
Mantener los faros del coche en buen estado es clave para garantizar la seguridad vial y evitar gastos innecesarios. Por ello, resulta fundamental revisar los faros mensualmente para evitar problemas en la circulación. Encender las luces cortas, largas y antiniebla para confirmar que funcionan, y verificar si las lentes están opacas o amarillentas es una de las medidas más efectivas, un problema común que afecta al 20% de los vehículos en España, según el informe AECA-ITV 2023, y que puede causar fallos en la ITV. Una técnica eficiente consiste en limpiar los faros cada 3-6 meses para eliminar suciedad y opacidad con una mezcla de bicarbonato y vinagre, frotar con un paño húmedo en círculos, enjuagar y secar. Si la opacidad persiste, hay que considera pulir los faros con un kit profesional o reemplazar la lente, un servicio que cuesta entre 20 y 50 euros por faro en un taller.
Para proteger los faros del envejecimiento, es recomendable aplicar un sellador UV cada 6 meses y estacionar el coche a la sombra, ya que los rayos UV y la sal de las carreteras desgastan el plástico. También es importante sustituir las bombillas fundidas de inmediato, usando el tipo recomendado por el fabricante (H4, H7, LED), y si se perciben problemas como luces débiles o desalineadas, acudir a un taller para una revisión (10-30 euros) o alineación (unos 40 euros). Un buen mantenimiento previene multas de hasta 200 euros, reinspecciones de ITV (20-40 euros) y mejora la visibilidad nocturna, ahorrando tiempo y dinero a largo plazo y apostando por una mayor seguridad en la conducción.