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Federer tumba a Nadal en una final épica y logra su decimooctavo Grand Slam

El suizo se ha llevado un duro partido, resuelto en cinco sets y con tensión hasta el final.

La leyenda continúa. Una de las más grandes rivalidad del deporte, la que enfrenta a Roger Federer y Rafa Nadal, tuvo un nuevo episodio en la final del Abierto de Australia 2017, cayendo finalmente del lado del helvético tras un apasionante partido, resuelto en la quinta manga por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3. Un duelo en el que se volvió a ver una de las mejores versiones posibles de dos de los mejores tenistas de la historia que, tras su mal 2016, han comenzado el nuevo año de la mejor forma posible.

Fue un partido de constantes intercambios, como probablemente era de prever, y en el que, de inicio, siempre pareció llevar la iniciativa el de Basilea. Una sola ruptura del saque de Nadal le valió para encarrilar su decimoctavo título de Grand Slam, el quinto en Australia, al cerrar por 6-4 el primer set.

Nadal, agresivo con su saque como pocas veces, emergió rápidamente en el segundo set, con dos rápidas rupturas de servicio que le pusieron en franquía la igualada (0-4). Melbourne Park, donde Federer nunca había ganado a Nadal —su verdugo en la final de 2009 y en las semifinales de 2012 y 2014—, empezaba a generar sensaciones de una noche histórica, cuando ya se entraba en la madrugada local. Pese a que el suizo lograría recuperar un break, Nadal cerraría la segunda manga por 6-3.

Una iniciativa que llevaría Nadal hasta el inicio de la tercera manga, cuando dispuso de tres opciones para quebrar el saque a su rival y enfilar el camino hacia su decimoquinto torneo grande, que habría sido el segundo en tierras oceánicas. Sin embargo, como durante toda su carrera, el servicio fue el mejor aliado de Federer en momentos de necesidad y, tras salvar esa delicada disyuntiva, creció de nuevo en el partido, aniquilando el tercer set por la vía rápida, sin dar ninguna opción al español (6-1).

Pero Nadal, renacido en lo físico, lo tenístico y lo mental, nunca se fue de la pista central del Rod Laver Arena, arrancando de nuevo el cuarto set cual torbellino, ya sin margen de error. Volvió a romper rápidamente el saque y con un 6-3 contundente llevó el partido a la manga decisiva.

Ahí le entraron las dudas a Federer, que pese a las cinco horas más de juego acumuladas por el español en las dos últimas dos semanas, veía cómo el manacorense se le venía encima como un ciclón. Aunque el suizo pidió un tiempo técnico para acudir a su vestuario y coger algo de oxígeno, nada cambió en el inicio de la última manga, con Nadal rompiendo su saque de inmediato y avanzándose 3-1.

Y, sin embargo, cuando más tocado parecía, el mejor Federer volvió a asomarse al Melbourne Park, para, con cinco juegos consecutivos, aumentar aún más su legado. Pese a que Nadal tuvo bola para afianzar su ventaja y poner el 4-2, no lo permitió el suizo, que rozó la perfección en el epílogo del partido y logró alzarse con el triunfo por 6-3 en el set final, después de acciones decididas por el mismo Ojo de Halcón.

Después de esta final, Federer volverá al top ten de la clasificación ATP a partir del lunes y Nadal también subirá algunos puestos. El helvético, decimoséptimo hasta ahora, subirá al décimo puesto, mientras que el manacorense, actualmente noveno, será sexto. Todo ello tras un partido memorable que recuerda a otra época entre dos jabatos que siguen manteniéndose en un sensacional momento. El partido de todos los tiempos, del que ojalá aún nos queden algunos capítulos más.

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