Rafa Nadal ha dejado entrever por primera vez su retirada. El balear cumplirá 36 años el próximo viernes y su futuro es una incógnita debido al dolor permanente que arrastra en el tobillo izquierdo por el síndrome de Müller-Weiss.
Este domingo, el balear vencía al canadiense Félix Auger-Aliassime, pupilo de su tío Toni, en cinco sets tras más de cuatro horas de partido y, en la rueda de prensa posterior al encuentro, dejaba entrever una posible retirada esta temporada, asegurando que el duelo de cuartos de final ante Novak Djokovic puede ser su "último partido" en Roland Garros.
"Sé mi situación y la acepto. Yo lo que voy a hacer es luchar, no me puedo quejar porque estoy en cuartos. Hace dos semanas y media, a pesar de que tenía esperanzas, no sabía si iba a estar aquí y estoy disfrutando de unos cuartos. Cada partido puede ser mi último en Roland Garros", explicaba Nadal en rueda de prensa.
"El partido con Djokovic puede ser mi último partido aquí y yo conozco Roland Garros de día y preferiría jugar de día. He pasado un proceso complicado con mi pie y no sé qué pasará con mi carrera. Lo que intento es disfrutar y seguir viviendo el sueño de jugar a tenis y llegar a las ultimas rondas de Roland Garros", añadía.
En 2021, Nadal cayó en semifinales de su torneo fetiche ante el serbio y, debido al dolor que sufre en el tobillo, no se ve favorito ni de cerca: "En esta ocasión, junto a la de 2015, son las dos veces en la que él es más claramente favorito. Las otras veces yo era un poquito más o 50-50".
"Espero estar lo suficientemente bien para entrenar mañana. Llevo un año sin jugar contra Djokovic y es un gran reto. Ha ganado los últimos nueve partidos, es campeón de Roma y estará con confianza", zanjaba el ganador de 21 torneos de Grand Slam.