Este lunes ha acabado uno de los momentos más esperados cada año para cualquier amante del tenis: Rafa Nadal en Roland Garros. Y no ha sido como la afición española habría querido. Alexander Zverev, número cuatro del mundo, ha vencido en la Philippe Chatrier al manacorí en primera ronda, 6-3, 7-6 y 6-3.
Llevábamos 722 días sin ver al rey de la tierra batida en la pista central de Roland Garros. Nadal ha llegado a París después de un Conde de Godó repleto de dudas y un Madrid Open con mejores sensaciones con hasta 3 victorias, pero la realidad es que con 12 partidos disputados en 2024, nadie esperaba que Rafa diese este nivel contra uno de los tenistas más en forma de todo el mundo.
Zverev ha llegado a París como número cuatro del mundo y con ganas de enseñar al público parisino que no se iba a amedrentar frente a un Nadal jugando de local. Hasta ocho saques directos ha hecho el alemán, que se ha valido de su potente saque para dejar a Rafa sobre la lona en varias ocasiones, pero ya sabemos cómo es el mallorquín, la resiliencia siempre ha estado presente en su carrera. Hoy no ha sido suficiente, al menos para vencer, pero sí para la confianza, sí para la cabeza. Una cabeza que le ha jugado malas pasadas en el pasado. El físico también ha sido clave. Aunque la velocidad del español está lejos de ser lo que era antes, la fuerza y resistencia de Nadal parece ir mejorando y ya debe de estar pensando en el futuro.
En una de las primeras veces que se ve la pista central de Roland Garros con lleno absoluto en primera ronda, hemos escuchado a un humilde Zverev dando paso a Nadal diciendo "este es su momento". También hemos podido ver a Novak Djokovic y a Carlos Alcaraz, que no se querían perder el momento de Rafa y que han escuchado las aspiraciones del español de volver a jugar en la Philippe Chatrier, al menos, en los Juegos Olímpicos de París en agosto.
"No puedo asegurar al 100% que no volveré el año que viene"
La noticia de la tarde no solo es el nivel de Nadal sino un mensaje que ya se escuchó la semana pasada: "No puedo asegurar al 100% que no volveré el año que viene". Esa ha sido la frase que todos queríamos oír pero, si este era el final, qué buen final nos has dado, Rafa.