
Paula Badosa logró un trabajado pase a los octavos de final del Open de Australia tras vencer a la ucraniana Marta Kostyuk por 6-4, 4-6 y 6-3 en un encuentro que se extendió por dos horas y 31 minutos. Ahora, la española se medirá a la estadounidense Jessica Pegula o a la serbia Olga Danilovic en busca de un lugar en los cuartos de final.
Con esta victoria, encadena por primera vez tres participaciones consecutivas en la cuarta ronda de un Grand Slam, un hecho alegre para ella, pero "ahora llega el momento de ver cómo lo gestiono", afirmó.
Al final del partido, Badosa sorprendió en la entrevista postpartido con una confesión inesperada sobre cómo desconecta entre partidos: "Veo la Isla de las Tentaciones porque necesito ver algo súper extremo", declaró con una sonrisa.
Nervios y un gesto peculiar en el segundo set
El momento más llamativo del partido se dio durante el segundo set, cuando la española perdía 0-3 y mostraba claros signos de frustración. Desde la pista, la española realizó gestos hacia la grada, donde se encontraban su pareja, el tenista griego Stefanos Tsitsipas, y su entrenador Pol Toledo. Badosa señaló su raqueta y expresó incomodidad por el viento, que afectaba su precisión en el golpeo.
Paula Badosa and Stefanos Tsitsipas having a moment during her match at the Australian Open 😂😂😂pic.twitter.com/AG3fMszqc1
— The Tennis Letter (@TheTennisLetter) January 17, 2025
En un gesto lleno de ironía, hizo un amago de entregar la raqueta "a distancia" a la grada, como si le pidiera a alguno de sus acompañantes que jugara por ella. La reacción del griego fue una sonrisa cómplice, acompañado de un gesto tranquilizador.
Tras el partido, la tenista aclaró la situación: "No era con Stefanos, era con mi entrenador. Él conoce mis gestos. Me sentía incómoda por el viento y él me pedía que fuera agresiva y yo no me sentía bien con la derecha. Stefanos sólo está ahí para apoyarme". Con este triunfo, Paula Badosa sigue mostrando fortaleza en el primer Grand Slam de la temporada.


