
LD (EFE) La Comisión identificó, al estudiar la operación, problemas relacionados con los servicios de itinerancia (interconexión cuando se viaja a otros países, "roaming"), debido al actual sistema de alianzas de operadoras que se han creado para ofrecer esos servicios. Según el análisis de la Comisión, existía preocupación por el hecho de que la operación podría generar problemas de competencia en el mercado de servicios de itinerancia, ya que las dos empresas pertenecen a alianzas diferentes para ofrecer esos servicios.
Telefónica forma parte de FreeMove, en la que también intervienen varios gigantes europeos del sector, como France Telecom, Deutsche Telekom y Telecom Italia. Por su parte, O2 integra la alianza Starmap, formada por compañías más pequeñas pero con una estructura similar.
El análisis de la Comisión indicó que, como resultado de la operación, O2 pasaría con toda probabilidad de Starmap a FreeMove o al menos se alinearía con esta última, lo que resultaría en un aumento de costes para las compañías que no formen parte de FreeMove. Ese aumento de costes afectaría especialmente al Reino Unido, donde no habría ningún suministrador de servicios de itinerancia independiente de FreeMove, con excepción del grupo Vodafone, añadió el comunicado.
A fin de aliviar esas preocupaciones y evitar una investigación en profundidad de la compra, Telefónica se comprometió a dejar la alianza FreeMove "lo antes posible" y a no retornar a ella "sin el consentimiento previo de la Comisión durante los próximos años", señaló un comunicado oficial.
Telefónica forma parte de FreeMove, en la que también intervienen varios gigantes europeos del sector, como France Telecom, Deutsche Telekom y Telecom Italia. Por su parte, O2 integra la alianza Starmap, formada por compañías más pequeñas pero con una estructura similar.
El análisis de la Comisión indicó que, como resultado de la operación, O2 pasaría con toda probabilidad de Starmap a FreeMove o al menos se alinearía con esta última, lo que resultaría en un aumento de costes para las compañías que no formen parte de FreeMove. Ese aumento de costes afectaría especialmente al Reino Unido, donde no habría ningún suministrador de servicios de itinerancia independiente de FreeMove, con excepción del grupo Vodafone, añadió el comunicado.
A fin de aliviar esas preocupaciones y evitar una investigación en profundidad de la compra, Telefónica se comprometió a dejar la alianza FreeMove "lo antes posible" y a no retornar a ella "sin el consentimiento previo de la Comisión durante los próximos años", señaló un comunicado oficial.
Esta decisión de Bruselas da vía libre a Telefónica para concluir la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones de Telefónica sobre O2. La operación fue anunciada el 31 de octubre y está valorada en 17.700 millones de libras (unos 26.000 millones de euros). Un 60,49 por ciento de los accionistas de O2 acudieron al primer plazo de la OPA, que concluyó el 12 de diciembre, y el segundo plazo se cierra el próximo jueves, y la operación estaba supeditada a la autorización de la Comisión Europea.
Telefónica ofrece 200 peniques (unos 2,9 euros) por cada acción de O2, que tiene 24,6 millones de clientes en Reino Unido, Alemania e Irlanda, unos ingresos de 9.800 millones de euros y un resultado operativo bruto de 2.600 millones de euros.
Telefónica ofrece 200 peniques (unos 2,9 euros) por cada acción de O2, que tiene 24,6 millones de clientes en Reino Unido, Alemania e Irlanda, unos ingresos de 9.800 millones de euros y un resultado operativo bruto de 2.600 millones de euros.
