
LD (Agencias) En una conferencia pronunciada en el Foro Cinco Días, Miguel Ángel Fernández Ordlóñez, aseveró que el Gobierno no ha adoptado ninguna decisión sobre los incentivos fiscales a la compra de vivienda y o los planes de pensiones y afirmó que ésta será posterior al "debate social" y a las opiniones de economistas y organizaciones internacionales como la OCDE o el FMI.
"Se acabó intervenir en Irak con el noventa por ciento de la población en contra", dijo Fernández Ordóñez a modo de ejemplo, tras lo que añadió que "el Gobierno de Zapatero" intentará convencer a la sociedad española de las cosas que considere conveniente "pero que no adoptará ninguna medida en contra de la sociedad". En el caso de que la decisión de la sociedad no sea "la más racional", el Ejecutivo "se adaptará", afirmó.
"Se acabó intervenir en Irak con el noventa por ciento de la población en contra", dijo Fernández Ordóñez a modo de ejemplo, tras lo que añadió que "el Gobierno de Zapatero" intentará convencer a la sociedad española de las cosas que considere conveniente "pero que no adoptará ninguna medida en contra de la sociedad". En el caso de que la decisión de la sociedad no sea "la más racional", el Ejecutivo "se adaptará", afirmó.
El secretario de Estado se mostró "orgulloso" de "no haber hecho casi nada" ni adoptado ninguna medida en materia fiscal hasta el momento y de haber optado por el "sosiego, la tranquilidad y la estabilidad tributaria", habiendo acabado con el "hiperactivismo tributario" del anterior Gobierno, que dio lugar a 2.000 modificaciones fiscales en cuatro años.
Fernández Ordóñez insistió en que la reforma del IRPF tendrá lugar en el segundo año de la legislatura "sin prisa" y con el objetivo de que el resultado sea un impuesto más sencillo y equitativo, tanto vertical como horizontalmente, y más eficiente, que disminuya los actuales "dirigismos" hacia compra de vivienda o planes de pensiones y evite que las desgravaciones por hijo beneficien a las rentas más altas.
Por último, el secretario de Estado
descartó que el objetivo de la reforma fiscal sea aumentar la recaudación
e incluso apuntó la posibilidad de que esta disminuya. Fernández Ordóñez insistió en que la reforma del IRPF tendrá lugar en el segundo año de la legislatura "sin prisa" y con el objetivo de que el resultado sea un impuesto más sencillo y equitativo, tanto vertical como horizontalmente, y más eficiente, que disminuya los actuales "dirigismos" hacia compra de vivienda o planes de pensiones y evite que las desgravaciones por hijo beneficien a las rentas más altas.
