L D (Agencias)
Solbes respondía así en el Senado al senador del Partido Popular (PP) Damián Caneda quien acusó al Gobierno de no tener un criterio único sobre la citada reforma, lo que crea una "indefinición" que "no es buena para las inversiones".
Según Caneda, tanto en el Ministerio de Economía y Hacienda como en el Gobierno "cada uno dice lo que quiere" sobre la reforma del IRPF y puso como ejemplo al director de la Oficina Económica del Ministerio de la Presidencia, Miguel Sebastián, del que dijo que "es el más lenguetón , dicho cariñosamente, en cuanto a declaraciones contrarias a lo que dice el ministro". Al respecto, destacó que no ha comparecido nunca en el Parlamento para explicar su punto de vista sobre las reformas económicas.
Caneda siguió insistiendo en que en el Gobierno existen diversas versiones sobre el IRPF: "por el principio de rango el presidente del Gobierno ha dicho que entra el segundo año y usted dice que el tercero, pues que se calle y dejé al ministro de la cosa que hable y no cree más indefiniciones". Además, advirtió a Solbes de que "no cuentan con el apoyo de ninguno de sus socios" para aprobar la reforma del IRPF, que "todos critican".
El vicepresidente segundo le replicó que el Gobierno dispondrá de un "criterio único y válido" sobre el IRPF cuando se apruebe el proyecto de ley que enviará el Gobierno al Congreso próximamente. No obstante, recordó que, mientras tanto, el Ejecutivo tiene una "posición muy clara" que él explicó la semana pasada ante el Colegio de Economistas. En ese acto, avanzó las líneas generales de la reforma, que, precisó, ha leído el mundo empresarial y que tiene unos objetivos "muy claros".
Estos son la mejora de la carga tributaria soportada por los asalariados por cuenta ajena, la recuperación de la equidad horizontal en el tratamiento de las circunstancias personales y familiares "que ustedes rompieron", la reducción del número de tramos del impuesto y, "si es posible, el tipo marginal máximo".
Asimismo, se van a revisar las reducciones y deducciones existentes, con especial atención a los efectos de las mismas sobre la equidad vertical y la progresividad del impuesto; se va a mantener la suficiencia en la recaudación y se va asegurar la progresividad, y se va a disminuir y perseguir el fraude fiscal.
Otros objetivos son incentivar fiscalmente "por primera vez" el tratamiento de la dependencia y mantener el sistema actual de deducciones por vivienda habitual, "sin perjuicio de pequeñas modificaciones", mientras que se aplicarán algunos cambios en las fiscalidad de los fondos de pensiones.
Según Caneda, tanto en el Ministerio de Economía y Hacienda como en el Gobierno "cada uno dice lo que quiere" sobre la reforma del IRPF y puso como ejemplo al director de la Oficina Económica del Ministerio de la Presidencia, Miguel Sebastián, del que dijo que "es el más lenguetón , dicho cariñosamente, en cuanto a declaraciones contrarias a lo que dice el ministro". Al respecto, destacó que no ha comparecido nunca en el Parlamento para explicar su punto de vista sobre las reformas económicas.
Caneda siguió insistiendo en que en el Gobierno existen diversas versiones sobre el IRPF: "por el principio de rango el presidente del Gobierno ha dicho que entra el segundo año y usted dice que el tercero, pues que se calle y dejé al ministro de la cosa que hable y no cree más indefiniciones". Además, advirtió a Solbes de que "no cuentan con el apoyo de ninguno de sus socios" para aprobar la reforma del IRPF, que "todos critican".
El vicepresidente segundo le replicó que el Gobierno dispondrá de un "criterio único y válido" sobre el IRPF cuando se apruebe el proyecto de ley que enviará el Gobierno al Congreso próximamente. No obstante, recordó que, mientras tanto, el Ejecutivo tiene una "posición muy clara" que él explicó la semana pasada ante el Colegio de Economistas. En ese acto, avanzó las líneas generales de la reforma, que, precisó, ha leído el mundo empresarial y que tiene unos objetivos "muy claros".
Estos son la mejora de la carga tributaria soportada por los asalariados por cuenta ajena, la recuperación de la equidad horizontal en el tratamiento de las circunstancias personales y familiares "que ustedes rompieron", la reducción del número de tramos del impuesto y, "si es posible, el tipo marginal máximo".
Asimismo, se van a revisar las reducciones y deducciones existentes, con especial atención a los efectos de las mismas sobre la equidad vertical y la progresividad del impuesto; se va a mantener la suficiencia en la recaudación y se va asegurar la progresividad, y se va a disminuir y perseguir el fraude fiscal.
Otros objetivos son incentivar fiscalmente "por primera vez" el tratamiento de la dependencia y mantener el sistema actual de deducciones por vivienda habitual, "sin perjuicio de pequeñas modificaciones", mientras que se aplicarán algunos cambios en las fiscalidad de los fondos de pensiones.
