L. D.-
Tras celebrarse la segunda parte del interrogatorio que hubo de interrumpirse el lunes por la
debilidad
de la presidenta de Gescartera, que se quedó lívida al ver cómo la juez tenía en su poder el dietario donde lo apuntaba todo, este martes se produjo una reunión en el despacho de la magistrada para decidir si Pilar Giménez-Reyna iba o no a prisión.
La juez decidió aplazar su decisión hasta este miércoles, para así permitir que la presidenta de Gescartera acudiese a la comisión parlamentaria sin que pese sobre ella una orden de prisión. El fiscal del caso ha pedido, y argumentado durante horas, la cárcel para Pilar Giménez-Reyna. Su abogado ha reconocido –como ella misma, según fuentes judiciales– que pidió ayuda a su hermano Enrique Giménez-Reyna para salvar la situación de Gescartera. Sin embargo, el defensor ha explicado que ella es casi insolvente y ha pedido a la juez que considere la posibilidad de ponerle una fianza no superior a los cuatro millones de pesetas, pues si fuera más dinero no podría pagarlo. El letrado también dijo, en la vistilla celebrada en el despacho de la juez Teresa Palacios, que su defendida no tenía intención de fugarse.
Este miércoles a las siete de la tarde, la juez Palacios tomará una decisión acerca del futuro de Pilar Giménez-Reyna quien, a la salida de la Audiencia Nacional después de pasar un día entero en su interior, aparecía blanca como la pared y con gesto de total agotamiento.
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La juez decidió aplazar su decisión hasta este miércoles, para así permitir que la presidenta de Gescartera acudiese a la comisión parlamentaria sin que pese sobre ella una orden de prisión. El fiscal del caso ha pedido, y argumentado durante horas, la cárcel para Pilar Giménez-Reyna. Su abogado ha reconocido –como ella misma, según fuentes judiciales– que pidió ayuda a su hermano Enrique Giménez-Reyna para salvar la situación de Gescartera. Sin embargo, el defensor ha explicado que ella es casi insolvente y ha pedido a la juez que considere la posibilidad de ponerle una fianza no superior a los cuatro millones de pesetas, pues si fuera más dinero no podría pagarlo. El letrado también dijo, en la vistilla celebrada en el despacho de la juez Teresa Palacios, que su defendida no tenía intención de fugarse.
Este miércoles a las siete de la tarde, la juez Palacios tomará una decisión acerca del futuro de Pilar Giménez-Reyna quien, a la salida de la Audiencia Nacional después de pasar un día entero en su interior, aparecía blanca como la pared y con gesto de total agotamiento.
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