L. D.-
Asegura el presidente del Gobierno que el PSOE de la mayoría absoluta no actuó con la determinación que lo está haciendo el Ejecutivo que él preside. Aznar reitera que está tranquilo y que la sociedad española también lo está porque el Gobierno ha actuado correctamente y ha promovido una comisión de investigación en la que se ha reiterado hasta la saciedad el “caiga quien caiga” y la “incompatibilidad” del Gobierno del PP con la corrupción.
Todo ello, lo ha dicho Aznar desde Túnez, en la conferencia de prensa conjunta ofrecida con el primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannuchia, donde llegó este lunes para celebrar la cumbre bilateral anual en lo que representa la primera visita de un jefe de Gobierno europeo a un país musulmán tras los atentados del pasado día 11 contra Estados Unidos.
Confianza ante todo
Sostiene Aznar que "pase lo que pase" sabe muy bien cuál es la pretensión que algunas personas tienen. "Las sabemos sobradamente y no nos impresiona algún tipo de comentario", añadió. Respecto a la confianza en sí mismo, destacó que él tiene la suerte de que los españoles depositaran en él una gran confianza cuando más de diez millones de electores le votaron en 1996. Para Aznar, cuando ese número de ciudadanos confían en él, él también confía en sí mismo, porque, de lo contrario, estaría defraudando esas expectativas. "No se puede trabajar en un sitio, y menos en un Gobierno, si no se confía en sí mismo y en lo que uno hace", añadió.
Ahora, el paisaje de las responsabilidades de Gescartera ha quedado más desbrozado. Primero, con la dimisión de la presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, el encarcelamiento de Pilar Giménez-Reyna ante las sorprendentes revelaciones de su agenda-dietario y, sobre todo, con la imputación de quien fuera secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, y que este jueves pasará por el banquillo ante la juez Teresa Palacio. El mismo escenario y el mismo juez que han visto cómo su hermana era enviada a la cárcel ante la “gravedad de los hechos”, el volumen de afectados y para evitar que con el dinero desaparecido y “a buen recaudo”, como dictaba el auto, pudiera costearse su huida. Además, este martes, Enrique Giménez-Reyna se enfrenta a la Comisión de investigación del Congreso.
Rato se ha situado en el punto de mira de la oposición. El vicepresidente y ministro de Economía que admitió sentirse “tocado” está ya en boca del PSOE, que le sitúa como máximo responsable de lo ocurrido en la CNMV pero que, de momento, no reclama su dimisión. No ocurre lo mismo en IU, desde donde se asegura que “ha llegado la hora de Rato”, de su dimisión inmediata, como pide su líder Gaspar Llamazares.
La novedad es que, en filas socialistas interpretan que hay familias del PP interesadas en el desgaste y caída de Rato para despejar el panorama sucesorio. Arenas, en línea con las apreciaciones de Aznar, asegura que el PP es “una piña con Rato” y que el PSOE debería medir su actuación ante lo que es un lavadero de “dinero negro”, no sea que “haga el ridículo”.
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Todo ello, lo ha dicho Aznar desde Túnez, en la conferencia de prensa conjunta ofrecida con el primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannuchia, donde llegó este lunes para celebrar la cumbre bilateral anual en lo que representa la primera visita de un jefe de Gobierno europeo a un país musulmán tras los atentados del pasado día 11 contra Estados Unidos.
Confianza ante todo
Sostiene Aznar que "pase lo que pase" sabe muy bien cuál es la pretensión que algunas personas tienen. "Las sabemos sobradamente y no nos impresiona algún tipo de comentario", añadió. Respecto a la confianza en sí mismo, destacó que él tiene la suerte de que los españoles depositaran en él una gran confianza cuando más de diez millones de electores le votaron en 1996. Para Aznar, cuando ese número de ciudadanos confían en él, él también confía en sí mismo, porque, de lo contrario, estaría defraudando esas expectativas. "No se puede trabajar en un sitio, y menos en un Gobierno, si no se confía en sí mismo y en lo que uno hace", añadió.
Ahora, el paisaje de las responsabilidades de Gescartera ha quedado más desbrozado. Primero, con la dimisión de la presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, el encarcelamiento de Pilar Giménez-Reyna ante las sorprendentes revelaciones de su agenda-dietario y, sobre todo, con la imputación de quien fuera secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, y que este jueves pasará por el banquillo ante la juez Teresa Palacio. El mismo escenario y el mismo juez que han visto cómo su hermana era enviada a la cárcel ante la “gravedad de los hechos”, el volumen de afectados y para evitar que con el dinero desaparecido y “a buen recaudo”, como dictaba el auto, pudiera costearse su huida. Además, este martes, Enrique Giménez-Reyna se enfrenta a la Comisión de investigación del Congreso.
Rato se ha situado en el punto de mira de la oposición. El vicepresidente y ministro de Economía que admitió sentirse “tocado” está ya en boca del PSOE, que le sitúa como máximo responsable de lo ocurrido en la CNMV pero que, de momento, no reclama su dimisión. No ocurre lo mismo en IU, desde donde se asegura que “ha llegado la hora de Rato”, de su dimisión inmediata, como pide su líder Gaspar Llamazares.
La novedad es que, en filas socialistas interpretan que hay familias del PP interesadas en el desgaste y caída de Rato para despejar el panorama sucesorio. Arenas, en línea con las apreciaciones de Aznar, asegura que el PP es “una piña con Rato” y que el PSOE debería medir su actuación ante lo que es un lavadero de “dinero negro”, no sea que “haga el ridículo”.
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