L. D. / EFE.-
El ya ex alcalde gobernaba en Estepona gracias al pacto suscrito tras las elecciones municipales de 1999 entre los seis ediles del PSOE, los cuatro del PP, el concejal de IU y el del PA para impedir que siguiera gobernando el Grupo Independiente Liberal (GIL) de Jesús Gil, que obtuvo nueve concejales y fue la lista más votada en estos comicios.
La moción de censura contra Barrientos, alcalde de Estepona desde que el socialista Antonio Caba dimitió de su cargo el pasado abril, fue presentada el 30 de octubre por los cuatro concejales populares y siete de los nueve integrantes del Grupo Mixto, tránsfugas del GIL, que un día antes de la moción se afiliaron al PP.
Numerosos vecinos abarrotaron el salón de plenos para asistir al debate de la moción de censura, además de dirigentes provinciales, como la secretaria general del PP de Málaga, María Victoria Romero; la secretaria general del PSOE de Málaga, Marisa Bustinduy, y el diputado de IU José Luis Centella, entre otros. Barrientos accedió a la sala entre los aplausos de vecinos y de los numerosos cargos socialistas que asistieron a la sesión plenaria, y durante su intervención reprochó a los firmantes de la moción que "no han dado ni una sola razón" que la justifique.
Abucheos, reproches, vítores e insultos interrumpieron en numerosas ocasiones las intervenciones de los portavoces municipales, especialmente la del concejal del PP Manuel Sánchez Bracho, a quien el portavoz socialista, Francisco Zamorano, recriminó "la vuelta al pasado" en el Ayuntamiento y pidió que "no tomen el poder a costa de la democracia".
Sánchez Bracho, que intervino después de que la candidata a la Alcaldía, Rosa Díaz, rechazara el turno de palabra, insistió en que la moción de censura contra el partido con el que ha gobernado desde 1999 era necesaria por la "apatía" del consistorio y la falta de liderazgo de Barrientos entre sus compañeros, algo que, a su juicio, "ha repercutido en su gestión".
Tanto el concejal de IU, Antonio Murcia, como el del PA, Rafael Montesinos, criticaron la política del PP, que en su opinión es "más propia de la dictadura y sólo persigue lograr el poder".
La votación de la moción de censura fue secreta, a petición de PSOE, IU y PA, y no deparó sorpresas, ya que los resultados (once votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones, éstas correspondientes a los ex ediles del GIL que no suscribieron la moción), dieron la Alcaldía de Estepona a la popular Rosa Díaz.
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La moción de censura contra Barrientos, alcalde de Estepona desde que el socialista Antonio Caba dimitió de su cargo el pasado abril, fue presentada el 30 de octubre por los cuatro concejales populares y siete de los nueve integrantes del Grupo Mixto, tránsfugas del GIL, que un día antes de la moción se afiliaron al PP.
Numerosos vecinos abarrotaron el salón de plenos para asistir al debate de la moción de censura, además de dirigentes provinciales, como la secretaria general del PP de Málaga, María Victoria Romero; la secretaria general del PSOE de Málaga, Marisa Bustinduy, y el diputado de IU José Luis Centella, entre otros. Barrientos accedió a la sala entre los aplausos de vecinos y de los numerosos cargos socialistas que asistieron a la sesión plenaria, y durante su intervención reprochó a los firmantes de la moción que "no han dado ni una sola razón" que la justifique.
Abucheos, reproches, vítores e insultos interrumpieron en numerosas ocasiones las intervenciones de los portavoces municipales, especialmente la del concejal del PP Manuel Sánchez Bracho, a quien el portavoz socialista, Francisco Zamorano, recriminó "la vuelta al pasado" en el Ayuntamiento y pidió que "no tomen el poder a costa de la democracia".
Sánchez Bracho, que intervino después de que la candidata a la Alcaldía, Rosa Díaz, rechazara el turno de palabra, insistió en que la moción de censura contra el partido con el que ha gobernado desde 1999 era necesaria por la "apatía" del consistorio y la falta de liderazgo de Barrientos entre sus compañeros, algo que, a su juicio, "ha repercutido en su gestión".
Tanto el concejal de IU, Antonio Murcia, como el del PA, Rafael Montesinos, criticaron la política del PP, que en su opinión es "más propia de la dictadura y sólo persigue lograr el poder".
La votación de la moción de censura fue secreta, a petición de PSOE, IU y PA, y no deparó sorpresas, ya que los resultados (once votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones, éstas correspondientes a los ex ediles del GIL que no suscribieron la moción), dieron la Alcaldía de Estepona a la popular Rosa Díaz.
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