La división en el PSOE ya no se limita al partido en su conjunto o al grupo parlamentario socialista de 110 diputados sino a la reducida cúpula de la dirección parlamentaria que esta misma mañana Alfredo Pérez Rubalcaba ha convocado de urgencia. Fuentes socialistas de GPSOE defienden que "no les ha convocado para consultarles" sobre la posibilidad de alcanzar un pacto, sino "sólo para explicarles por qué no se ha alcanzado un acuerdo" con el Gobierno en torno a los desahucios.
Sin embargo, las versiones que se daban desde la misma dirección de grupo del PSOE eran completamente contradictorias. Por un lado, fuentes cercanas a Alfredo Pérez Rubalcaba, explicaron que "el PSOE sigue con una actitud constructiva y lo va a seguir estando" pero que hay tres diferencias importantes" que les han separado del acuerdo con el Ejecutivo. La primera, "la moratoria que debe beneficiar a todas las familias protegidas por el pacto"; la segunda, la "profundidad de la reforma hipotecaria que el PSOE quiere que acabe con las situaciones de abuso de los bancos"; y la tercera, que "quede clara la obligatoriedad del Código de Buenas Prácticas".
Sin embargo, desde la misma dirección del grupo se daba, minutos antes, una versión complatemente distinta. Dichas fuentes apelaban a que "la negociación sigue abierta", que "la comunicación había seguido esta mañana" entre la vicepresidenta y la número dos del PSOE, y que no se descartaba un acuerdo en el último minuto.
Críticas internas
La realidad pasa porque las contradicciones son el síntoma que ha forzado a Rubalcaba a convocar de urgencia a su dirección después de que varios diputados, incluidos miembros de la dirección, dejaran caer sus críticas y dudas sobre la conveniencia de "hacerse cómplices" de la política económica del Ejecutivo a través de un "simple parche".
Esta tarde está prevista una conferencia de prensa de Inmaculada Rodríguez Piñero en torno a las 17:30 en la calle Ferraz, 70, sede del PSOE.