Tal día como hoy, 27 de diciembre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada el relevo en la alcaldía de Madrid tras la salida de Gallardón para entrar en el Gobierno de Rajoy. Titulaba: "Botella acepta la alcaldía emocionada: "Seguiré el ejemplo de mi marido".
Ana Botella se convirtió en la primera alcaldesa de Madrid y pronunció su discurso minutos después de ser investida en el que dijo que "a partir de hoy deseo continuar el compromiso con los madrileños" que contrajo el anterior alcalde. Respondió a quienes le negaban legitimidad para ocupar el cargo al reivindicarse "como representante de la mayoría de los votantes de la ciudad". Además, prometió ejercer el cargo con responsabilidad "siguiendo el ejemplo de mi marido". Visiblemente emocionada y al borde del llanto añadió que "es para mí una referencia personal y en el servicio a España".
No sería la primera vez que se emocionaría Ana Botella. Lo hizo en un acto oficial al recordar al edil del PP de Ermua asesinado por la banda terrorista ETA. Fue cuando el Ayuntamiento de Madrid hizo oficial la cesión de un local para que fuera la sede de la Fundación Miguel Ángel Blanco en la capital.
Pero el momento más amargo para la alcaldesa y el que está poniendo a prueba su verdadera valía al frente del consistorio madrileño fue la tragedia del Madrid Arena en la noche de Halloween en la que murieron cinco jóvenes a consecuencia de una avalancha en uno de los vomitorios del recinto propiedad del ayuntamiento. La gestión de la alcaldesa ha dejado mucho que desear. Hasta tal punto es así que la propia Botella pidió "disculpas a los madrileños porque nunca Madrid Espacios y Congresos debía haber confiado en Diviertt" para organizar un "macroevento" de las características de aquella fiesta.
Recientemente, la alcaldesa ha querido recordar a las cinco víctimas mortales del Madrid Arena en su primer mensaje navideño como regidora de la ciudad: "Como madre hoy quiero trasladar de nuevo mi sentimiento de cercanía en unos días especialmente tristes para sus familiares y amigos. Como alcaldesa quiero reiterarles mi compromiso de trabajar sin descanso para que su pérdida no haya sido en vano y para que su memoria nos ayude a evitar que una tragedia semejante vuelva a suceder".
Apenas un mes después de ponerse al frente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella ya mejoraba los resultados conseguidos por Gallardón ocho meses antes. Según una encuesta, conseguía el 51,2% de los votos y dos concejales más, hasta los 33 representantes. Tras la crisis del Madrid Arena, aún no resuelta, parece complicado que la alcaldesa pueda seguir el ejemplo de su marido aunque sólo sea en la decisión de estar dos legislaturas al frente del cargo.