Francisco llega ya a los cien días como Papa y en estos meses se ha convertido en un auténtico fenómeno social. Ha sorprendido a propios y extraños. El primer Papa americano se ha ganado el corazón del catolicismo y también el de muchos no creyentes.
Su nacionalidad argentina y su lengua materna le acercan si cabe aún más a España. La madre patria. Sin embargo, en este tiempo se ha ido conociendo el vínculo que ha unido al ahora Pontífice a la tierra española. Y para gran sorpresa, su unión es más profunda de lo que cabe esperar.
Sobre esto tiene mucho que decir el sacerdote valenciano José Bonet Alcón. Actualmente tiene 82 años y es el presidente del Tribunal Nacional de Apelación y Segunda Instancia de la Conferencia Episcopal Argentina.
Este sacerdote estudió con Bergoglio y es desde entonces un gran amigo suyo. Tras licenciarse como abogado en Valencia, a los 23 años se trasladó a Argentina con una beca. Allí descubrió su vocación al sacerdocio y entró al Seminario donde conoció y fue compañero de un jovencísimo Jorge Mario Bergoglio. Y es que el ahora Papa estuvo varios meses en el Seminario de Buenos Aires antes de ingresar en la Compañía de Jesús.
Siendo seminarista Bergoglio sufrió una gravísima afección pulmonar. De hecho, los médicos se vieron obligados a extirparle una buena parte del pulmón derecho. Según relata Bonet, él mismo y otro seminarista se ofrecieron y donaron su sangre a Bergoglio. Realizaron transfusiones al primer Papa americano "en el llamado Hospital Sirio Libanés, muy cercano al Seminario".
"Lo visitábamos en los ratos libres y pasábamos parte del día con él e incluso a veces nos quedábamos a dormir en el hospital", cuenta este sacerdote español. Además, añadía en una entrevista en la revista Paraula que "me pareció también ejemplar en el sufrimiento, sereno y paciente, y con un gran sentido de la gratitud".
Bergoglio y España
Sin embargo, la relación del ahora Papa con España va mucho más allá y tiene una experiencia directa tras haber vivido durante un tiempo en Alcalá de Henares. Para ello hay que remontarse a 1971 cuando durante medio año estuvo viviendo en la residencia San Ignacio de Loyola de la ciudad complutense.
Aquel joven argentino eligió España para acabar su formación en la Compañía de Jesús y concretamente Alcalá por su tradición cultural. Durante aquellos meses además de completar sus estudios y de su dedicación a la oración pudo hacer numerosas visitas culturales.
Igualmente, es conocida la gran afición de Bergoglio al fútbol. El superior de la comunidad en Alcalá, Enrique Climent, afirma que entre sus muchas visitas "seguro que se escapó algún día que otro al Santiago Bernabéu".