Tal día como hoy, 16 de septiembre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada el último improperio de Berlusconi que llamó a Merkel "infollable culo grasiento". Esta vez, fueron los pinchazos telefónicos los que le jugaron una mala pasada y le pillaron insultando a la canciller alemana.
Según desveló el diario italiano Il Fatto, el primer ministro italiano llamó "culona inchiavabile" en una conversación telefónica que quedó al descubierto. El diario alemán Bild se hizo eco de la noticia, visiblemente molesto con Berlusconi dedicándole columnas de opinión en la que manifestaban no comprender cómo un hombre así mantiene las responsabilidades políticas de todo un país. Die Welt¸ por su parte, también dedicó un espacio al insulto pero se negaba a publicar explícitamente lo que dijo por considerarlo extremadamente "obsceno".
En cuanto salió la noticia, el entonces primer ministro italiano intentó convencer al presidente Giorgio Napolitano para que aprobara un decreto urgente que bloqueara la publicación de esas escuchas, pero éste se negó.
No fue la primera vez que Silvio Berlusconi protagonizaba una polémica en Alemania. En 2003 comparó al eurodiputado alemán Martin Schulz con un nazi: "Yo sé que en Italia hay un productor que está rodando una película sobre los campos de concentración nazi. Le sugiero que usted hiciera el papel de capo. Usted lo haría muy bien", le contestó el italiano en un acalorado debate en Estrasburgo.
Una incontinencia verbal que también sufrió Obama y su familia. Del presidente de los Estados Unidos dijo que era "joven, guapo y bronceado". Más tarde, durante la fiesta de inauguración de su partido Pueblo de la Libertad dijo que los Obama "están bronceados" porque van juntos a la playa. A pesar de la polémica, Berlusconi aseguró que en EEUU nadie dio importancia a eso porque "yo sólo dije que es inteligente, guapo y bronceado. No añadí que es alto porque estaba con Putin y Medvedev, que son como yo".